lunes, 17 de diciembre de 2007

Marcando tendencia...

Los seres humanos necesitamos sentirnos comprendidos y aceptados. Es por eso que muchas veces adaptamos nuestros gustos a los de nuestro entorno, para no salirnos de los límites aceptables, para no quedarnos solos. La gran mayoría de las personas actuamos así, aceptando como bueno lo que resulta bueno para la mayoría. Prescindimos de nuestro propio criterio para ser aceptables según el criterio de los demás. Aunque es un círculo vicioso muy controlado.

Hoy en día, generalmente, esos criterios estan marcados por lo que se denominan creadores de tendencia (trendsetters). Y estos no son más que individuos que han aprendido a jugar con el sistema, y saben ir un poquito más allá, de forma que sorprenden y marcan un camino a seguir sin ir tan lejos como para asustar.

Personalmente tiendo a desconfiar de ellos, pues están mucho más metidos en el sistema de la "satisfacción por el consumo material" de lo que me parece recomendable. Tanto es así que hoy en día hay incluso empresas que se dedican al diseño y comercialización de esas tendencias. Buscan personas que marquen tendencia, las estudian, les pagan por sus ideas... Lo peor es que a veces también les proveen de productos a publicitar, y es aquí cuando el negocio se vuelve una pura manipulación, porque los marcadores de tendencia se reclutan muchas veces entre meros adolescentes...

Para esas empresas, casi más importante que los "trendsetters" son los "trendspotters", las personas encargadas de reclutar "trendsetters" y de encontrar nuevas tendencias a su alrededor. Básicamente son estudiosos de la sociedad, capaces de reconocer las nuevas modas cuando están surgiendo, para cazarlas y aprovecharlas en el beneficio del que les paga. Si uno es curioso, observador, carente de prejuicios y rápido para sacar conclusiones, puede resultar una forma muy interesante de ganarse la vida. Ahora bien, hay que estar dispuesto a ver mucha basura pretenciosa y tener un tamiz muy afinado para entresacar lo bueno de la masa mediocre para poder dedicarse a ello...

Por último, las empresas dedicadas al "trendwatching" (busqueda y estudio de tendencias para su explotación comercial) tambien se proveen en ocasiones de artistas y periodistas bien relacionados a los que fichan como asesores. Añaden así a los eslabones más artísticos a su base de datos de tendencias, de la que intentan filtrar los filones comerciales que luego explotarán.






Ni que decir tiene que para conseguir ese éxito es necesario o bien dar con una tendencia verdaderamente triunfadora o bien crearla usando adecuadamente las redes de "trendsetters".

Así que la próxima vez que quieras comprarte algo de una forma cercana a la compulsividad, intenta pensar primero de donde te ha venido la idea de comprar y porque quieres comprar. Porque, no nos engañemos, también en eso somós cada vez más dirigidos en nuestros gustos, y poco a poco vamos convirtiendonos en el rebaño de consumidores que quieren que seamos (y que necesitan).

¡¡Hala!!, a comprar todos, borregos, que somos unos borregos...


Explicación final: ¿Sabeís el porque de este post? Hasta hace cosa de un mes tenía un pen drive de 2 GB, y ahora uso uno de 4 GB, después de verlo publicitado en la revista semanal de una conocida cadena de tiendas de aparatos domésticos. ¿Necesitaba algo así? ¿Porque me lo compré? Seguire investigando...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

4 GB!!! Donde dices que lo has comprado?, yo también quiero uno... Para que sirve?

Anónimo dijo...

En mi opinión se trata de una mera estrategia de supervivencia bien conocida en el reino animal, ni más ni menos que el gregarismo, sentirnos acogidos, identificados y protegidos en un determinado grupo.

Individualizando, quizás únicamente seamos semigregarios, verbigracia el fenómeno "freak".

Auf wiedersehen, mein Herr!