lunes, 10 de diciembre de 2007

Beowulf.

Este fin de semana fui a ver "Beowulf", la última película de Robert Zemeckis.
Como su obra anterior, "Polar Express", "Beowulf" es una película animada por ordenador, mediante una técnica denominada Live Action que captura imágenes reales de los actores, las digitaliza y luego es capaz de reproducir sus acciones para desarrollar toda la película.

Como adaptación del poema épico anglosajón es una muy buena obra. Por lo que he leído, se toma alguna libertad en la narración, que permite por ejemplo dejar abierta la película a una segunda parte que jamás fue escrita. Pero en su conjunto parece narrar con bastante fidelidad la leyenda del héroe Beowulf, añadiendo para la película las características de la dimensión más humana del personaje y alguna historia paralela que confiere más interés si cabe al guión.

El resultado es, para mi gusto, excelente. Nos cuenta una magnifica historia épica, muy del estilo del mundo Tolkien, pero sin olvidarse de profundizar en las motivaciones de los hombres a la hora de actuar, nuestros miedos y nuestros deseos. Y acaba desarrollando a fondo el personaje del héroe, con su cara oculta y su cara visible, de forma que aporta a la película nuevas lecturas del mismo muy interesantes.



Otra cosa es la técnica escogida para la realización del film.
Aunque soy admirador de muchas películas realizadas íntegramente por ordenador, entiendo que según que usos resultan en verdaderos excesos formales. Es el caso de esta película, de "Polar Express" o de "Final Fantasy", películas en las que la calidad de la imagen digitalizada pretende competir con la propia realidad. Se lleva tan lejos la tecnología que queremos sustituir a los actores por personajes animados, cuando posiblemente el resultado con los verdaderos actores sería muchísimo mejor.


Aunque algunas de las escenas filmadas son directamente inviables sin emplear animación por ordenador, las obras que se realizan hoy en día nos demuestran que esas secuencias podrían ser ayudadas por la tecnología perfectamente, sin perder así espectacularidad. Mientras que el resto de la película se podría rodar sin problemas con actores de carne y hueso, y se ganaría en realismo. Sin olvidar que en algunas secuencias, la animación no está aun a la altura deseada.



Igual es solo una percepción personal, pero tanta impostura digital a mi me sobra. Las texturas hacen que toda la obra tenga una especie de tono pastel que no pega con lo que se nos cuenta. Los actores digitales tienen graves defectos de expresión, y en concreto el personaje de la reina casi parece una pared. Y para que nos vamos a engañar, no hubiese estado mal mantener a la verdadera Angelina Jolie en la película, y no a su clon digital...

Conclusión, una película que merece la pena ver por el contenido de su historia, muy recomendable para cualquiera al que le gusten las de héroes del estilo de Conan o las mitologías nórdicas. Pero que queda algo deslucida por la técnica digital, que en este caso roba al espectador mucho más de lo que aporta.


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Veo veo!! ¿qué ves? ... BEOWULF!!
No soy muy aficionado a este tipo de "pinículas" pero bueno, se verá, para poder hacer una valoración pormenorizada la cual se base en conceptos más intrínsecos bla bla bla...y tal y tal (que se me olvidaba)
Ya la comentaremos pues. Luego me gustará y todo, como me pasó con la saga del "El Señor de los Anillos", que tenía una pereza en el cuerpo enorme para ponerme a verla y luego me enganché.

PD: te mando el blog ese que te comenté --> http://fogonazos.blogspot.com/
Yo creo que te va a gustar.

Saludotes.

Anónimo dijo...

La animación por ordenador debe ser muchísimo más barata que tener un ejército de dibujantes de los de lápiz y pincel y aún más barata que pagar a actores de carne y hueso, operadores, figurantes etc,... O eso, o es que a la gente le enrolla la estética cutre de videojuego. Lo malo es que el gusto se educa, y cuando estamos acostumbrados a comer mal acabamos pidiendo mierda,... Es una polémica interesante, si al público se le da lo que pide o es que el público pide lo que conoce porque es lo único que se le ofrece.