domingo, 23 de diciembre de 2007

Leyes, cánones, musiquitas... (III, y final)

Esta última parte es posiblemente la que tengo menos clara. Y creo que se nota. No me lo tengáis muy en cuenta...
En base a todo lo descrito anteriormente, el futuro que imagino y deseo en la gestión de la industria musical es, a grandes rasgos, el siguiente:


- Los autores dejarán de percibir derechos de autor por reproducción de sus obras. En vez de eso, su negocio se dirigirá a los siguientes campos: venta de discos originales para fans e incondicionales y actuación en conciertos. Venderán sus obras para distintos servicios de distribución, cobrando poco por ello, y no obteniendo beneficio "perpetuo" de su creación. La mayoría de autores serán casi vocacionales, y será difícil encontrar grandes éxitos masivos. A cambio, será difícil encontrar artistas que ya no lo son y viven de lo que fueron, y abundarán los nuevos creadores interesados en ser escuchados.
Los autores más importantes serán contratados como imágenes de marca, y volveremos a ver sistemas de mecenazgo.

- Las discográficas irán perdiendo poco a poco parte de su poder y sentido. Cambiaran los medios de ingreso, destinándose a la venta de originales con servicios o productos que den un valor añadido a lo que ofrecen. Se orientarán más hacia servicios de distribución muy especializados que ofrezcan, mas que los propios productos, facilidades a los usuarios. Empezarán también a ofrecer radios personales bajo petición, por internet, basados en publicidad.

- Los usuarios tendrán un acceso más sencillo a la música que deseen, y obtendrán además los servicios de las discográficas para orientarse y encontrar lo más cercano a sus inclinaciones. La descarga de los productos será gratuita, pero pagaran por disponer de elementos originales de sus favoritos. Accederán a nuevas formas de servicio musical que satisfagan sus inclinaciones por poco dinero y sin parecer ladrones. Pagarán y exigirán la calidad de los conciertos. Y pagarán por lo que escuchen a través de la publicidad que consuman.

- Las sociedades de gestión de derechos dejarán de tener un papel tan importante como lo han tenido hasta el momento. Tendrán menos ingresos, menos papel como recaudadores, menos importancia política... Acabarán desarrollando nuevas formulas de pago que favorezcan más la mera creación que el éxito, y que resulten más equitativas y justas que las actuales.






Lo que no creo suceda es la cacareada amenaza de que, si no defendemos a los autores con el canon, destruiremos la música.
La música está tan dentro de nosotros que siempre encontraremos las formas de disfrutarla con suficiente calidad. Siempre habrá creadores para los que empiece como un hobby, de niños, y se acabe compartiendo las creaciones a través de internet. Y en último caso, siempre habrá quien sepa vender el producto de forma que se lo compren gustosamente, no como ahora.

Evidentemente, todo esto es más un sueño que otra cosa. Solo el futuro nos dirá cual es la realidad.
Lo que si espero con todas mis fuerzas es que no se impongan restricciones sobre internet y su uso, o toda mi idea se iría al traste. Para que los copyleft y compañía se establezcan como el estándar en derechos de autor, es esencial que haya acceso libre a la información y una oferta amplia y lo suficientemente interesante como para desbancar al actual modo de negocio.

Y solo estableciendo nuevas medidas más restrictivas se podrá parar el futuro que preveo. Por eso es ahí es donde tendremos que unirnos para defender nuestros intereses y conseguir lo que creo que puede ser una mejor forma de hacer las cosas...

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