sábado, 17 de noviembre de 2007

Un nuevo paradigma musical

Ayer por la noche estuve en un concierto en la sala El Sol. Concretamente, en un concierto de "La Casa Azul" (LCA), que presentaba en Madrid su nuevo disco, "La Revolución Sexual".

Para que os voy a engañar, me siento un incomprendido. Este es el tercer concierto de LCA que veo en el último año y medio, y sigue costándome sangre, sudor y lágrimas encontrar gente que me acompañe. Por tercera vez he tenido que timar a mi pobre amigo Luca, y, aunque en cierta forma se divierte, no se si me va a dejar invitarle una cuarta vez.
Porque lo peor de todo es que las entradas, indefectiblemente, las pago yo. ¡¡¡Que no encuentro gente ni invitándoles, por dios!!! En esta ocasión, además, había sido especialmente optimista (aun no se porqué) y había comprado 4 entradas. Y a las 22:30 de la noche, solo tenía dos personas para venir conmigo, Luca y Gallo, uno de sus mejores amigos. Si es que después de esto va a perder reputación entre los suyos y ya ni pagándole extra voy a conseguir que venga...

Por suerte había en la puerta un pobre muchacho que no había conseguido entrada y estaba con un cartel buscando una para pasar. Cuando se la he dado ni se lo creía, me ha mirado como si fuese algo raro. Y luego, cuando ha entrado definitivamente, me ha buscado y me ha pagado la entrada (aunque la verdad es que se la hubiese podido quedar gratis, pero me ha puesto el billete en la mano y me lo ha agradecido tanto que me ha parecido feo rechazarlo). Al parecer se había venido al concierto desde Londres, el tío loco...


El caso es que no entiendo nada. Después del disco que acaba de sacar, "La Revolución Sexual", LCA va a triunfar seguro. Ahora que por fin se ha decidido a dar la cara y ya lo pueden promocionar, va a pegar fuerte. De hecho, creo que le hacen un reportaje en "El País Semanal" de mañana, y ha hecho un par de entrevistas en "La Razón" o "Público" esta semana. Y después de ver la nueva puesta en escena de sus conciertos, teniendo en cuenta que a fin de cuentas es un artista humilde, todavía poca cosa, estoy aun más convencido. Acompaña sus canciones con unos vídeos estupendos, se desvive como se desvive su público, y te hace saltar sí o sí en todas y cada una de sus canciones. Ha perdido el miedo escénico, habla con la gente, ya no usa un sombrero que le tape los ojos... Es algo que merece ser visto...




Bueno, solo espero darle algo más de suerte que a mis queridos "Los Fresones Rebeldes". Recuerdo que se me ocurrió decir de su primer disco que sería un éxito masivo y hoy en día nadie sabe quienes fueron... Así que venga, todos a buscar los videos de LCA, y a disfrutar de "La Revolución Sexual". En cualquier caso posible...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Oligoqueto, si es que todavía me acuerdo de cuando Alberto y tú nos llevásteis a alguna de las fiestas Yo-yo a algunos compañeros de universidad.

"No es que me emocione otro amanecer, es que es el primero en que me vienes a ver, es que yo ya no quiero verlo sola otra vez, es que sola no tiene gracia ni placer..."

Sí, para tu consuelo alguien más recuerda a Los Fresones Rebeldes. Una de sus canciones, Al amanecer, está entre mis favoritas. Tenían un toque naïf que en general no me va, pero siempre hay excepciones como esta.

No me he internado aún lo suficiente en La Casa Azul, pero de entrada me resulta algo inocente lo de la revolución sexual en ese plan easy-listening. Por una parte porque lo de sexual lo siento acompañado de un ritmo con más garra y desde luego lo de revolución no lo veo claro con música disco. La sensación que tengo es de cierto candor.

Aún así, les daré una segunda oportunidad, porque los recomiendas muy bien. Igual me pasa que encuentro algún tema que me llegue dentro, como con Los Fresones Rebeldes

Anónimo dijo...

Yo también me acuerdo de haber ido a algún sitio yo-yo. Maravillosos años los de la universidad