lunes, 26 de noviembre de 2007

Pon un House en tu vida

Mi padre es un tipo de esos que cuando van al médico no hace mucho caso de lo que le dicen. Básicamente, viene a pensar algo así como "que sabrán ellos", y a veces resulta difícil hacerle entrar en razón.

A mí, con eso de que soy biólogo y algo sé de como funciona un cuerpo, me hace caso muy de vez en cuando, pero lo normal es que tengamos que recurrir a un amigo suyo de la infancia, que es médico ya retirado, y que parece ser la única opinión de autoridad que respeta.

Pues el caso es que pensando en eso me he dado cuenta de que no tengo ni un solo amigo médico. Los tengo artistas, biólogos, arquitectos, licenciados en derecho y en periodismo, publicitarios, economistas, algún ingeniero y, sobre todo, informáticos. Pero ni un solo médico.

Como yo también soy informático, de vez en cuando recibo una consulta de algún amigo que me pide ayuda con un equipo que no va bien o sobre un ordenador que quiere comprarse. Y suelo colaborar hasta donde puedo. Pero, ¿a quien voy yo a usar cuando me ponga enfermo?

Y tanto es así que he decidido que más me vale irme a pasar las horas muertas a las cafeterías de los hospitales, a ver si me hago amigo de alguno en sus tiempos libres. O podría poner un anuncio de esos de "busco amistad con licenciatura en medicina", con un mensaje del tipo "para resfriados, cines y lo que surja". Porque ya puestos, tampoco estaría mal conocer a una doctora de buen ver con la que... bueno, con la que jugar a los médicos, ¿no?


Así que si lees este post y entras en el perfil, puedes poner un comentario y entramos en contacto. O si ya me conoces y resulta que tienes muchos amigos médicos, pues ya sabes, organiza una fiesta para conocernos todos, que uno nunca sabe cuando puede caer enfermo, y el mundo está muy mal como para andarse con esperas...

6 comentarios:

Alberto dijo...

Pues mi experiencia última con los médicos no es muy buena que digamos, y la confianza que tenía en ellos se ha quedado por los suelos. El problema principal lo veo en el diagnóstico...ójala hubiera un House en cada centro de salud. Pero bueno, no podemos pedirle peras al olmo, sabemos hasta donde sabemos, que no es poco, aunque aún queda un largo camino. Yo, al igual que tú, deseo poner una doctora en mi vida o, al menos, una enfermera que me cuide ;-)

Anónimo dijo...

No sé si lo de la fiesta va con segundas, pero no dirás que doctoras no te hemos presentado,... ahora, que sepas que un médico como Natalie Portman y que esté loca por tus huesos va a ser un poco difícil de encontrar ;-P

oligoqueto dijo...

Pues tengo una idea de quien eres, y no, no iba con segundas. Pero ahora que lo leo con ese matiz me resulta más gracioso.
Pero vamos, que una médica con las características que mencionas no estaría mal....
Un beso.

Anónimo dijo...

Si algo mal ya estáis todos... Lo mejor es que paséis directamente por la consulta. Pedid cita y preguntad a vuestro médico de cabecera, es quien con vuestra historia clínica delante, mejor os puede aconsejar.

Porque, Oligoqueto, en las cafeterías de los hospitales se puede pillar, pero más para cultivos biológicos que otra cosa, que allí la gente anda mal de verdad.

De enfermeras, Alberto, he conocido a bastantes y les tengo tirria. Eran todas unas insensibles y siendo una persona abierta, si me presentan a una prefiero que no me diga que es enfermera hasta que pase un tiempo o la veré sospechosa.

Ahora que lo pienso yo tampoco tengo médicos entre mis amistades, auqnue en la época de la universidad me juntaba con varios, pero les perdí la pista. Tampoco les veía yo nada especial. Al menos de estudiantes.

Tuve que pasar por una operación y la anestesista, (doctora, no enfermera), estaba como un tren. Pocas mujeres he visto en mi vida tan hermosas como aquella. Estando yo soltero me dije que había que aprovechar la oportunidad e intentar algo, lo que fuera, intentando obviar el ridículo pijama abierto de hospital. Me sonrió y me dijo: "cuenta desde cien hacia atrás". Me enamoré de ella y quise contestarle algo, pero perdí el sentido por ella de forma literal.

Tenía para unos 8 días en cama y el doctor me dijo que si podía, me daba permiso para intentar caminar. Al segundo día iba yo arrastrando las bolsas de suero y otros tubos por los pasillos en busca de la que fue la doctora de mis sueños. Pero no la pude encontrar.

Ahora mismo amigos no, pero afortunadamente tengo una psiquiatra en la familia.

Anónimo dijo...

Aunque no te lo creas, tú igual que todos estás rodeado de eminentes doctores en medicina. Solo tienes que decir en una conversación que te duele la uña del dedo meñique del pie izquierdo, que enseguida habrá alguien que dirá: "Eso es una alfalalgia leve, puedes tomar perogorgorato de mongoleso que va muy bien para eso..". Y sin carrera ni nada, el tío.

oligoqueto dijo...

Erebor, Montaña Solitaria...
Creo que voy intuyendo quien está detrás de ese nombre...
Un saludo, y gracias por participar...