jueves, 1 de mayo de 2008

Definitely, maybe

Este archiconocido título del primer disco de Oasis es también el título de la última película que he visto. Pero si aquel pasó a la historia de la música como un verdadero bombazo y el descubrimiento de un grupo llamado a ser bandera (aunque al final haya sido casi casi un bluff), esta película difícilmente pasará del mes en la cartelera.

Lo cierto es que como película de entretenimiento no está nada mal. De hecho, tiene algunos méritos muy destacables que hicieron que saliera del cine sorprendido (la había escogido sólo como película "para cambiar el ritmo" laboral) por lo que había visto. Pero dudo que resista mucho tiempo en los cines si ha de competir con los últimos megaestrenos de Hollywood. Y
el caso es que se trata de una comedia romántica más, pero tiene diferencias que la hacen especial.
Por ejemplo, la estructura narrativa es parecida a la de "La Princesa Prometida" (película de la cual estoy enamorado desde que la vi por primera vez). Will, el protagonista en trámites de divorcio interpretado por Ryan Reynolds (este actor me recuerda a un perro San Bernardo, no puedo evitarlo), le cuenta a su hija Maya (Abigail Breslin, la niña de "Pequeña Miss Sunshine") una versión modificada de su propia vida sentimental, como si de un cuento se tratara. Y en esa vida aparecerán personajes reales y la pequeña tendrá que discernir cual de los ligues de su padre representa a su madre.
Lo que pretende Will contándole así su vida a su hija es enseñarle que el amor es complejo y que la vida da y quita oportunidades. Que nada es tan fácil como parece y que las cuestiones sentimentales pueden ser muy dolorosas, como en su propio caso, que se está separando, pero que también tienen finales felices y que merece la pena arriesgarse para alcanzarlos. Y de esta manera el guionista nos relata varios años de su existencia, centrándose en las relaciones de Will con Emily (Elizabeth Banks, igualita a Belén Rueda de joven), April (Isla Fisher, una actriz que tiene pinta de ir a ser grande) y Summer (Rachel Weisz, a la que hoy no desconoce nadie).
En ese relato la niña descubrirá quién es su verdadera madre (cuyo nombre ha sido cambiado para la ocasión) y qué representó en la vida de su padre. Y el padre se dará cuenta, casi sin querer, de cuales son sus verdaderos sentimientos y de qué quiere en realidad para su propia vida, conduciéndonos hacia un final previsible, pero no por ello menos logrado.

Otro acierto de la película es que, mostrándonos la evolución personal de Will y de sus diferentes novias durante varios años, vamos profundizando en la historia y en cada uno de los personajes de una manera mucho más natural. Y eso hace que la transición de la película desde sus inicios hasta su final lleve una linea muy coherente y lógica. Puede que físicamente no envejezcan apenas, pero los personajes evolucionan, y la película resulta así mucho más creíble.

Y por último, me encantó ver en la pantalla una de mis mayores obsesiones, los "ritmos" de la vida, sobre lo que algún día haré un post más desarrollado. Una idea que en la película se muestra en la contraposición entre la posibilidad de hallar el amor en una persona concreta (una media naranja, una mujer de ensueño o un príncipe azul) o que ese ideal resulte de una combinación de factores (personas, situaciones personales, entornos favorables), mutables en el tiempo, y que pueden hacer que dos personas muy compatibles no se junten nunca o unir por conjunción de circunstancias a dos individuos totalmente distintos.

Por todo lo dicho, he de reconocer que la película me gustó mucho, muy por encima de mis expectativas, aunque quizás más por mí mismo que por lo que la película ofrece. Y no porque no ofrezca actuaciones decentes y un buen guión, sino porque quizás eso especial que yo he encontrado viéndola no esté ahí para cualquier ojo, y para la mayoría solo sea una comedia romántica más para ver en vídeo.
Da igual, el caso es que me parece una opción más que recomendable. y como tal os la dejó aquí para que decidáis por vosotros mismos.

Sed felices, y disfrutad de estos días de descanso.

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