lunes, 28 de julio de 2008

Hancock.

"Hancock", para cuyo cartel en Valencia, Barcelona y Madrid han reflejado en las gafas de sol del protagonista edificios singulares de las ciudades (pulsad en la imagen para ver detalles), es una nueva película de superhéroes, aunque esta vez dándole una vuelta de tuerca a la idea, intentando sacar algo más de interés al rol a través de un cambio en su percepción (en ese sentido, estoy deseando ver "Watchmen" para ver que han sabido hacer con la novela gráfica de Alan Moore y Dave Gibbons). Y lo cierto es que consigue con ello darle algo más de interés inicial a una película que, por lo demás, tiene serios fallos de guión que hacen que resulte más un proyecto frustrado que cualquier otra cosa.

John Hancock es un superhéroe marginado, autor de los más increíbles prodigios, pero tan inadaptado socialmente que es odiado por sus conciudadanos, los cuales ven en él un verdadero peligro público. De hecho, John es desagradable y violento, y les hace perder altas sumas de dinero en destrozos a edificios e infraestructuras cuando actúa intentando luchar contra el crimen. Y el típico dicho de que "un gran poder exige una gran responsabilidad" pierde su significado al aplicársele.

Pero un buen día Hancock salva la vida a Ray, un asesor de imagen con el sueño de conseguir un mundo mejor. Y, pese a que el trato de John con otras personas es frió y distante, incapaz de establecer ningún vínculo emocional, Ray decide regenerarle y convertirle en el superhéroe que el mundo necesita.

Hasta aquí la idea no está mal, y se presenta con grandes dosis de sentido del humor. Pero después comienza una segunda parte de la película en la que el guión se pierde en una metáfora sobre el amor y la soledad, y sobre lo que esto significa en las vidas de las personas. Y la mezcla resultante es confusa, mal explicada, con una evolución de los personajes un tanto atropellada y un final muy del tipo Hollywood y muy equivocado para lo que la película requería.

Es una lástima, la verdad. La segunda parte, esa metáfora de la que hablo, daba para algo más. Y podría haberlo tenido si el final hubiese sido más ambicioso. Y quizás con un poco más de esfuerzo en relatarnos los cambios sobre la personalidad de Hancock, el avance del film hubiese parecido menos a trompicones.
Pero lo que se ve finalmente es fallido, una película de simple y puro entretenimiento juvenil que se queda muy a medias y decepciona.

Para llevar a los hijos o sobrinos si ya entienden de superhéroes, y poco más...

2 comentarios:

Rara Avis dijo...

Pues la verdad es que lo has explicado muy bien... la idea es muy buena, encontrar un super héroe que no resulta tan héroe y que sus principios son bastantes cuestionables, intenta hacer el bien pero sin plantearse como lo consigue...

La segunda parte como tú bien dices es atropellada, yo diria que hubiese puesto al menos una hora más de pelicula para poder explicar lo que se explica en condiciones, sin que el argumento se viera cortado y con puntos flacos...

En fin que es para pasar un buen rato y nada más...

besitos

Yo dijo...

Me ha hecho gracia lo de los fotogramas de los edificios más representativos de cada ciudad en el afiche de la peli. Yo lo había notado la única vez que me fijé en uno de ellos, y busqué en periódicos o Internet alguna referencia a ello, pero nada. Y ahora me topo con vos. Qué bueno, no fueron imaginaciones mías :P