viernes, 18 de julio de 2008

Sinestesia.

Para un estudioso de la lengua y la literatura, la sinestesia es una figura retórica basada en la confusión de los sentidos, en muchas ocasiones para dar forma a sensaciones internas y sentimientos.

Pero para un biólogo, un médico, un psicólogo o cualquiera más relacionado con cuestiones neurológicas que literarias, la sinestesia es un fenómeno sensitivo caracterizado por la mezcla anormal de las sensaciones percibidas por estímulos externos. Así, y para ser más claros, una persona con sinestesia podría llegar a percibir un sabor al ver un determinado color, o a recibir un determinado olor cuando oye cierto tipo de sonido.


Esto no quiere decir que un sinestésico tenga totalmente confundidas sus sensaciones. Lo normal es que alguien que presente el fenómeno lo haga de manera muy concreta, percibiendo siempre las mismas cosas ante los mismos estímulos. Por lo que las personas sinestésicas son perfectamente capaces de llevar una vida normal, habituándose a su peculiaridad. Y de hecho, los últimos cálculos de frecuencia de sinestesia son muy altos, y llegan al 4% de las personas. Aunque en muchos casos son percepciones débiles que pasan desapercibidas para aquel que las tiene. Y en muchos otros la persona que las percibe prefiere callarlo para que no le tilden de loco.



Cuando el ser humano nace, y antes de que las células neuronales terminen de madurar completamente, se pasa por un proceso por el cual se afinan los sentidos. De esta forma en los primeros seis meses de vida un estímulo produce una reacción neuronal muy global, en muchas partes del cerebro, y posteriormente son zonas específicas de éste las que responden a los diferentes tipos de estímulos, especificándose también las percepciones.

Pero en el caso de los sinestésicos eso no es así. De alguna manera, las personas con sinestesia mantienen relacionadas zonas de su cerebro que mantienen especificidad para percepciones diferentes, y es por ello que son capaces de ver una determinada letra siempre de un mismo color, o escuchar una determinada nota al ver una forma concreta. Simplemente su cerebro les indica que eso es así, esa es su realidad.Por eso, en cierta forma, todos nacemos sinestésicos, pero la mayoría lo perdemos al crecer. Y, para la mayoría de aquellos que aun lo sienten, nos perdemos mucho.


Como es comprensible la sinestesia se ha relacionado históricamente con el arte, y se conocen bastantes artistas sinestésicos. Y es más que probable que el porcentaje de artistas entre ellos sea más alto que entre los que tenemos una percepción más normal.
También parece cierto que esa habilidad natural para relacionar sensorialmente distintos estímulos les otorga a los sinestésicos una alta capacidad memorística. Y es indudable que son unos interesantísimos elementos de estudio para los investigadores de los fenómenos cognitivos y emocionales.

En mi caso la sinestesia me interesó desde el día que oí hablar de ella por primera vez. No soy consciente de padecerla (mis problemas de percepción son otros) pero me llama poderosamente la atención esa inimaginable forma de vivir su realidad. Y me parecería maravilloso poder estar en las carnes de un sinestésico por un día para asimilar por mí mismo esa experiencia. Al parecer se puede reproducir mediante el empleo de algunas drogas como el LSD, pero creo que no me tira demasiado la prueba. Más que nada porque las drogas se acompañan de otros efectos que deslucen al que me interesa.

Así que tendré que conformarme con el juego de percepciones que la vida me ha dado, por muy imitado que esté entre los humanos que me rodean (y aunque sea más limitado que el de la mayoría; algún día os lo explicaré).

Al menos, eso sí, espero haber incitado algún interés a seguir conociendo más sobre este curioso tema.

Feliz fin de semana.

5 comentarios:

Olendariwin dijo...

mola... nunca habia oido hablar de ello xo sin duda has despertado mi interes! animo con el blog!

Jove Kovic dijo...

La mente humana es más fascinante en sus anomalías, que en una situación de normalidad. Incluyo los trastornos de la personalidad.
Buen fin de semana.

Rara Avis dijo...

Curioso desde luego porque no tenía ni idea de todo esto que has contado... ummm creo que con tu permiso utilizaré algo de esto en uno de los libros que estoy escribiendo...

jejeje

besitos!!!!

Luna Carmesi dijo...

Estas van hacer pensar a mas de un bloguero...

;-)

oligoqueto dijo...

Es que lo de llamar la atención con la sinestesia no tiene ningún mérito. Es tan peculiar e incomprensible para los que no la padecemos que nos parece como una especie de magia o de locura.

Yo oí de ella por primera vez en el programa de Punset, en una entrevista a uno de sus estudiosos más conocidos, Richard Cytowic. Y me fascinó.

Aquí os dejo un link donde hablan algo más de ello.

Ayshane, creo que se te han adelantado algunos, pero siempre dará juego en cualquier historia.

Saludos.