Mis vecinos los Yamada es una película de animación japonesa basado en una tira cómica realizada por Hisachi Ishii. Dibujado con una línea muy clara y con un color casi de acuarela, la obra es un maravilloso acercamiento costumbrista a la vida de los Yamada, una típica familia media japonesa compuesta por Takashi, Matsuko, Shegi, Noboru y Nonoko (padre, madre, abuela, hijo e hija, respectivamente).
Por su técnica, bastante personal y poco habitual dentro del dibujo japonés, recuerda más a dibujos animados tipo Shin Chan o Chicho Terremoto que a la más común obra de ojos enormes al estilo definido por Osamu Tezuka. Y la película mantiene la estructura de la tira cómica original, contándonos como viven los Yamada a través de breves retazos autoconclusivos de su vida.
Puede que como dibujo no sea especialmente bueno. Y que tampoco nos narre nada fuera de lo corriente. Pero hay cierta magia en la película de los Yamada. Una magia cercana y real, que queda enmarcada por los pequeños haikus que cierran cada capítulo, obras de arte de la poesía cotidiana.
Son pequeños capítulos que nos muestran una sociedad patriarcal, en el que el padre es el rey de la casa y donde los ancianos son respetados hasta la reverencia. Historietas de salón y comedor, de trabajo duro y amor por las tradiciones, de convivencia, fatiga y rutina. Pequeños relatos que nos enseñan un punto de vista del japón actual muy diferente del que habitualmente se entresaca de otras obras definidas dentro de todo lo que supone el manga. Un manga que es tan amplio que supone sin duda más una categoría artística que un estilo. Y tan desconocido además en España, donde tendemos a agruparlo todo en un saco de violencia y sexo.
Mis vecinos los Yamada es lenta y poética. Una de sus historias, por ejemplo, nos cuenta como Takashi se levanta para ir de paseo y al marcharse todos los miembros de la familia, vagueando tirados en el salón, le piden una cosa diferente para traer del supermercado. Y como a la vuelta comienza a llover y son todos los miembros de la familia los que se acercan al supermercado a llevar un paraguas al padre de familia, para evitar que se moje. Nada especial, aparentemente, pero una verdadera fuente de información sobre la unidad de una familia, que además en la película se cuenta con mucha más gracia.
Aun no sé que me llevó a comprarme el DVD, porque no conocía la historia antes de verlo. Pero es sin duda una compra redonda de la que no me arrepiento en absoluto.
Y si podéis acceder a ella, no dejéis de echarle un vistazo, porque merece la pena como entretenimiento y como herramienta para conocer algo más la forma de vida de los japoneses más tradicionales.
lunes, 21 de julio de 2008
Mis vecinos los Yamada.
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3 comentarios:
Hola!!!!
Me apunto el verla, a mi me encanta la animación japonesa y he visto y me he comprado mucho asi que cuando la vea por ahi ya te comentaré...
Gracias por la recomendación....
besitos
... Si que has arriesgado en la compra del dvd...
Debo reconocer que no soy tan abierta a la extensa produccion japo...
Uiiiff...
En manga hay de todo, sí.
Quizás lo que me pareció interesante de esta película es que prometía ser costumbrista en una sociedad de costumbres muy diferentes, y que me llama la atención. Y salió bien...
Ayshane, la encontré en un FNAC, por si te sirve para buscarla. Pero si consumes mucha animación japonesa piensa que esta película es bastante rara precisamente por costumbrista.
Saludos.
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