jueves, 10 de abril de 2008

Camisetas.

Si hay una prenda de vestir que me marque por encima de cualquier otra, esa es la camiseta. No sé bien si porque me ayuda a seguir sintiéndome un niño, porque me resulta muy cómoda o simplemente porque me gusta la versatilidad que otorga, pero es sin duda la que más me define y con la que más a gusto me siento.

Trabajando a diario de chaqueta y corbata (si me lo llegan a decir cuando estaba en la universidad no me lo hubiese creído), lo que más deseo cuando llego a casa es quitarme el traje, colgarlo y empezar a "romper" así con la rutina laboral para sentirme más liberado. Y si me toca hacer algo por la tarde, nunca lo hago de traje, siempre me desprendo de él y me pongo ropa más cómoda, aunque me obligue a pasar por casa antes. Lo habitual entonces es que me deje la camisa puesta, porque tampoco es plan de ir echando a lavar prendas y prendas porque sí, pero si lo que voy a hacer es ir a un concierto, salir por ahí o, llegado el fin de semana, irme al cine o a dar una vuelta, casi siempre me pongo una camiseta.

Por eso mis camisetas están siempre muy escogidas. Cuando era un niño tenía un montón de camisetas procedentes de diferentes partes del mundo, regaladas por mi tía, que es una viajera incansable. Y o bien me ponía esas o me tocaban cualquier otra cutre-barata de las que me compraban para que las destrozara haciendo deporte.
Luego, al hacerme algo más mayor, me tocó una época en la que me dio por camisetas de Tintín. Es un personaje que siempre me ha gustado (de hecho conservo una escayola que tuve que llevar en la tibia allá por 1992, dibujada por un amigo que es un artista, con los personajes principales de la historieta), y es fácil encontrarlas en tiendas especializadas en cómics, así que tuve 5 o 6 diferentes que me iba poniendo en rotación para no estropearlas mucho.
De adolescente tuve varias camisetas de grupos de música, aunque tampoco me las ponía demasiado. Destacaban la de "Supergrass" y la del Vudú de las "Undershackers".
Pero desde que terminé mis estudios me ha dado por la iconografía más POP, y me conozco bastante bien algunas tiendas especializadas que hay en Madrid.

Me compro camisetas de vez en cuando, según las voy necesitando o según van haciéndose populares y dejan de ser exclusivas (sí, el sentirse único en una camiseta es parte esencial de la prenda). Eso no quiere decir que ya no me ponga las camisetas viejas, pero otras van ocupando su lugar, y poco a poco van siendo olvidadas.
Así, entre mis camisetas favoritas estuvieron una de Naranjito, alguna de Mazinger Z, otra de los X-Men o la del símbolo de la RAF (icono mod por excelencia). En los últimos años me dio más por el cine, y tengo una con James Stewart en la silla de ruedas de "La ventana indiscreta", otra con Sean Connery apuntándote con su pistola ataviado de James Bond, una de "La Naranja Mecánica" y otra que muestra a un soldado del Imperio de "La Guerra de las Galaxias". Y más recientemente, me han regalado un par de camisetas, una con una carta de ajuste y otra fabulosa con un cubo Rubick, que no dejo de ponerme casi cada fin de semana...


Mi última adquisición fue una camiseta de "La Casa Azul", en su último concierto en Madrid, aunque aun no la he estrenado. Pero veo cercana otra visita a mis tiendas fetiche, en busca de nuevas camisetas deseosas de enfundarse en mi cuerpo. Y más me vale ir preparando la tarjeta, porque cuando me eligen me resulta muy difícil decirles que no, y es posible que acabe llegando a casa con 3 o 4 nuevas inquilinas para mi armario, dispuestas a empujar a las antiguas vecinas hasta el fondo de sus cajones.

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