miércoles, 23 de abril de 2008

21 Blackjack

Hacía ya varias semanas que no iba al cine y tenía algo de mono. Así que, rompiendo mi máxima bíblica de descansar en domingo, allá que me fui al cine, a sesión de 16:30, que creo que no iba a una película tan pronto desde que era un niño.

Como es habitual últimamente, me es complicado escoger películas que crea que van a ser demasiado duras o espesas. Tiene que ver con el ánimo de no hacer ningún esfuerzo fuera del trabajo, y solo dejo de escoger cosas ligeras cuando tengo buenas referencias o con determinados autores con los que sé que me valdrá la pena hacer el esfuerzo.
El caso es que me tiré a ver "21 Blackjack", que habían visto un par de días antes los amigos con los que suelo ir al cine todos los fines de semana, para evitar así que la semana que viene fuera más difícil escoger, y porque tenía referencias de que no estaba muy mal. Y salí moderadamente satisfecho...

La película me gustó nada más empezar porque han escogido como canción de inicio "Time to pretend" de MGMT, todo un temazo, y así es fácil convencerme. Y, siguió gustándome según avanzaba porque la temática de fondo, el Blackjack, me llama mucho la atención (algún día tendré que hacer un post sobre mi malsano interés por el juego).
El caso es que como película no ofrece mucho más que ser simplemente entretenida. Pero con buena música e interés personal, a mí ya me tenía ganado. Tiene un espectacular actor como Kevin Spacey ahí en medio, otro decente como Lawrence Fishburne y a Kate Bosworth, que parece que supera su anorexia, como miembros del reparto más conocidos.
Pero el gran protagonista es Jim Sturgess, que interpreta a Ben, un joven prodigio estudiante del MIT, que en busca de dinero para sufragarse sus estudios de medicina en Harvard es reclutado por su profesor de cálculo como miembro de un grupo de contadores de cartas destinados a enriquecerse en Las Vegas.

Basado como está en una historia real, la película se centra en enseñarnos como el joven e inocente Ben descubre un nuevo mundo de lujo y adrenalina, y en como ese mundo le atrapa y le convierte en algo que solo había llegado a soñar. Pero claro, la realidad tiene también su cara mala, y al final Ben se ve envuelto en esos típicos problemas peliculeros con los matones de Las Vegas, poco dispuestos a que alguien juegue con algo más que azar, y todo se complica, revolcándose su vida como una croqueta hasta llegar al final que todos sabíamos que tendría la película. Bueno, no está mal, no decepciona, entretiene... Y toda la banda sonora está muy bien, muy discotequeras algunas canciones, pero siempre en un nivel muy alto.

Vamos, que al final lo que me ha quedado claro después de ver la película es que voy a tener que culminar mis planes de ir a Las Vegas a no tardar demasiado, mientras el dolar esté bajo y se pueda pagar un viaje así. Lo llevo deseando desde hace tiempo y ahora que un amigo mío se va a hacer las américas lo veo cerca y muy deseable. ¿Alguien se apunta?
Ahí os dejo una imagen del Strip, para abrir apetitos...

1 comentario:

Luna Carmesi dijo...

Yo fui a ver Despierto... Al final como no esperaba nada me agrado, un thriller tipico con algun giro interesante...
Y es que ultimamente el cine no enamora mucho... leches!!