martes, 5 de febrero de 2008

Ingenuidad desmedida.

Ayer me leí "El niño con el pijama de rayas".
Me lo regalaron por reyes, sin tener ni idea de que trataba; lo cogí por banda y, dado que es sencillito, me lo leí de un tirón.

La novela narra la historia de Bruno, un niño alemán, durante la Segunda Guerra Mundial. Su padre es destinado a Auschwitz y, a través de sus ojos, se nos narra su vivencia de la situación, jugando con la inocencia de los niños a la hora de tratar situaciones que no comprenden.

Pero para mi gusto la obra es fallida. La carga de inocencia que se le aporta al niño es excesiva, hasta el punto de que, básicamente, no se entera ni del nodo. Y las situaciones que se nos narran pierden así la crudeza real que tuvieron, aparte de que se le exige al lector que ponga toda la emotividad por su parte para que se las pueda juzgar en su justa medida.
El problema es más grave si cabe porque a lo largo de la novela queda claro que Bruno no es tonto. Y ni siquiera nos sirve como metáfora del pueblo alemán, que no quiere saber más para no enterarse del exterminio que practican, pues en este caso Bruno si parece querer saber. Simplemente no resulta creíble su grado de desconocimiento e inocencia, inmerso totalmente como está en la barbarie. Por desgracia, los niños que viven épocas y ambientes de guerra no suelen ser tan inocentes.

Quizás el libro superó las expectativas del autor, y se destinó a un público adulto sólo en base a su éxito. Pero lo cierto es que, siendo como es una lectura recomendable para niños (siempre y cuando se acompañe de conocimientos más profundos sobre lo que el Tercer Reich, el Fuhrer o Auschwitz significan), se queda corta como texto para adultos, y le falta intensidad en la narración de la historia.

Está bien para no olvidar, o para introducir a algún joven en la historia del terror nazi, pero no va mucho más allá como novela.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Tienes razón, no se por qué extraño motivo a mi madre le encantó este libro, y por supuesto quiso compartirlo conmigo, pero yo coincido contigo exactamente, el personaje pasa de ser super maduro a no enterarse de nada, la verdad es que no me gustó nada, sobre todo porque me acababa de leer el misteriosos accidente del perro a medianoche en la que el personaje no se sale de sus posibilidades, es magnífico, te lo recomiendo si no lo has leido. Enhorabuena por el blog.

oligoqueto dijo...

Lo leí, bien regalado y bien recomendado. Y me gusto mucho.
Y sí, aunque el personaje de "El misterioso accidente del perro a medianoche" tiene sus peculiaridades que le hacen más "especial", y a la vez más característico, es mucho más interesante.
De todas formas, recomiendo el libro para niños y jovenes que sepan poco de la historia. Y siempre que haya un adulto que sepa contársela...
Gracias por leerme.

Cyllan dijo...

Hola! Siempre te me adelantas eeh? Con Batman y con este también jajaja. Chico rápido.
Bueno, ya digo porque no me parece tan inocente y segundas lecturas que le veo a este relato en CK. Quería añadir que quizá se aprecia más esta terrible historia cuando tienes hijos. No en vano Samsa no acaba de entender como a su madre le gustó tanto, je. En CK se explica un poco eso.

El perro a medianoche ni lo comparo con este, son muy distintos. Donde aquel es explícito, éste insinua, donde aquel resuelve, éste te da que pensar. También me gustó, pero menos.

Besitos.