jueves, 12 de junio de 2008

Pura magia.

Ayer por la tarde anduve viendo a Juan Tamariz, en el Teatro Marquina, en la minitemporada que está haciendo en Madrid. Una actuación que llevaba tiempo deseando ver, aunque solo consiguiéramos entradas de anfiteatro, arriba, con menor visibilidad de la magia de éste gran genio.

La actuación fue muy divertida, tal y como me esperaba de alguien como Tamariz. Es especialmente bueno en el manejo de la distracción y el entretenimiento del público de cara a preparar sus trucos, y es algo que se agradece.
En este aspecto he de decir que, pese a que su elocuencia y trato con el público dé la sensación de que es todo muy natural y espontáneo, lo cierto es que tiene casi todo meticulosamente preparado. He podido verle hacer en televisión alguno de los números con los que nos deleito ayer, y usaba los mismos chistes y las mismas gracias, de lo que deduzco que trabaja su guión con tanto interés como trabaja sus números de magia. Pero lejos de parecer forzado y artificial, la verdad es que resulta tan efectivo y cercano como siempre me había parecido en la tele, y el saber el grado de mecanización de su espectáculo solo me produce una mayor admiración.

En cuanto a la magia, hubo un poco de todo, y los resultados fueron también dispares. Hizo un típico truco de aros metálicos que me resultó muy forzado, aparte de demasiado visto. Y otro en el que un compañero hizo "desaparecer" a su hija tras conseguir que flotara en el escenario tampoco fue de los mejores números, y se vio a la legua donde estaba la magia.
Pero me dejó boquiabierto con los de mentalismo, en los cuales logró adivinaciones más que asombrosas (genial sobre todo un número, telefónico, en el que todo era remoto), y me hizo disfrutar como un enano en los de magia de cerca, en la que es sin duda un verdadero experto. Para ésta última variante de magia, colocó un proyector que mostraba en todo momento sus manos y la baraja, y los trucos fueron excelentes (quizás no tanto por ser inconcebibles, pero sí por su habilidad).

En conclusión, una experiencia estupenda que espero repetir de nuevo alguna vez en mi vida. Especialmente recomendable, para todo tipo de público, aunque espero conseguir entradas de patio la próxima vez.
Os dejo una pequeña muestra de lo que tuve ocasión de ver, actuando recientemente en un programa de televisión que no termina de convencerme:



Magia en estado puro.

2 comentarios:

Alberto dijo...

¡Qué bueno! ¡Qué pena no estar en España para ver su nuevo espectáculo! Ya conoces mi admiración por este hombre, posiblemente el mejor mago a nivel mundial. Y sí, si fuerte es la magia de cerca, las "pequeñas" ilusiones. Como bien dices, la magia no es solo ejecutar "técnicamente" bien el juego, es un arte en donde hay que actuar, y esa actuación es el 90% del éxito. Tamariz es, en esto, un maestro.

oligoqueto dijo...

Sí, Alberto, me acordé un montón de ti viéndole. Al final nos quedó pendiente ir una noche a ver algún espectáculo de magia... cuando vuelvas por aquí, quizás, sino andas muy liado.

Sin duda Tamariz es un genio del espectáculo.