lunes, 30 de junio de 2008

Podemos...

Minuto 2 de partido. Tras una serie de pases típicos del buen juego demostrado por el conjunto español durante toda la Eurocopa, Alemania se hace con el manejo del juego y deja a España anquilosada, sin ser capaz de sacar el balón fácil, como solo ella sabe.


Mientras, en casa de mi amigo Javi todos vemos el partido en la terraza de su piso, en el bajo del edificio, con una mezcla de interés apasionado, excitación y, porque no decirlo, miedo a la derrota. Y Alemania afianza su juego.

Se acerca el minuto 15 y la naturaleza me dice que tengo que hacer un alto en el camino. Los nervios, el miedo, y la coca cola. No me hace gracia. Históricamente, cuando nos juntamos a ver un partido y uno se va al baño en medio del mismo, nos meten un gol. Pero entre orinarse encima o ser abucheado por mis mejores amigos, me decido por lo segundo. Y me voy al baño, acompañado por los insultos de los que más me quieren (sic)...

Bajo la cremallera, meto la mano para.. bueno, para sacármela, y de repente me acuerdo de que llevo los calzoncillos puestos al derecho. En el último partido me los puse al revés sin querer y España machacó a Rusia, por lo que había prometido volver a ponérmelos al revés en la final. Meo, pero después me quito los calzoncillos y me los pongo con la abertura en el culo. ¿Superstición? ¿Homenaje al orgullo gay? Poco útil es, estiliza pero es incómodo. Pero ¿dará suerte?

Informo de la nueva situación a mis compañeros y nada más volver me encuentro con que Torres acaba de enviar un balón al palo. Y poco después, en el minuto 32, en una jugada estupenda el 'Niño' marca un gran gol. Me miro contento a la entrepierna, y sonrío por lo que hay allí oculto.

Y a partir de ese momento las llegadas de Alemania son cada vez menos peligrosas, mientras que España se va adueñando del partido, dominándolo defensivamente sin dejar que le generen grandes dificultades. Y acaba el partido y resulta que, por una vez, hemos podido...

Mis amigos me hacen bajarme los pantalones para comprobar si les he dicho la verdad, y les demuestro mi superstición. Y me voy al baño para poner las cosas en su lugar.


España es campeona de Europa, muy merecidamente, y casi nadie sabe que buena parte del merito está en mi ropa interior. Y me siento un héroe por un día. Uno como Bruce Willis en "El protegido", uno del que nadie sabe. Pero entiendo una vez más (es la mejor conclusión que se saca de los cómics de superhéroes) que ser un héroe es duro, que no siempre te lo agradecen, y que conlleva una gran responsabilidad a la hora de usar "el don" (tendré que escoger muy bien cuando ponerme los calzoncillos al revés).

Y entiendo también que mi don es mi privilegio y mi obligación, y me enorgullezco de emplearlo así.

No, no me lo agradezcáis ahora que sabéis la verdad, no lo merezco y me hace sentir violento...

Continuaré patrullando la parrilla deportiva los fines de semana para intentar conseguir nuevas metas. Y lo haré por vosotros tanto como por mi, porque la felicidad que genera no tiene precio (aunque quizás el precio lo pague mi descendencia, y no me refiero a las pensiones).
Podéis dormir tranquilos...


PD: Bueno, vale, lo escribí nada más llegar a casa después de ver el partido y dar una vuelta con mis amigos, tanteando el ambiente. Y estaba contento eso es todo...
Por cierto, los calzoncillos me los cambio todos los días, no os creáis...
Ah!, y el de la foto no soy yo, pero os hacéis una idea...

4 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajajja, quizás sea la suma de las supersticiones la clave del éxito, porque Luis tiene unas cuantas...

Alberto dijo...

Pues te resultará extraño, pero yo estuve viendo el partido. Sí, sí, lo sé, raro, raro... No tenía nada que hacer el domingo, estaba leyendo en un parque, tranquilamente, bajo un árbol, y pensé: igual está bien, voy al bar, habrá mucha gente, igual conozco más... Y para allá que fuí. Al Red Lion. Y lo pasé bien. Me daba un poco igual quién ganara, la verdad, pero allí estaban todos mís compís, conocí a nuevos amigos, a una chica gallega la mar de salada... Gracias al futbol mi mañana dominical estuvo fantástica (nunca pensé que llegaría a decir esto). Lo mejor (o peor, según se interprete) es que hubo un momento en el que me acordé de tus calzoncillos.

Luna Carmesi dijo...

Atención a ese don de los calzoncillos...
Tienes que buscarle otras aplicaciones!!
;-)

Teseo dijo...

Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.
Haz demostrado que la tienes.
Ten cuidado con las Olimpiadas... ;D

Un saludo.