lunes, 18 de agosto de 2008

WALL-E

La última película del estudio Pixar viene precedida de mucha expectación y la idea de que es tan buena que podría competir en la categoría de mejor película en los próximos premios Oscar.
Y si estuviese en mi mano, aunque sea prematuro pues quedan aun muchas películas por ver este año, lo cierto es que la nominarían sin duda. Es más, si ya lo estuvo "La Bella y la Bestia", sería un agravio comparativo inimaginable que no estuviera ésta, que es infinitamente mejor y es una obra totalmente original. E incluso, hoy por hoy, le daría serias opciones de llevárselo.

La historia nos cuenta una maravillosa fantasía romántica en la que el protagonista es un pequeño robot olvidado en un planeta Tierra desierto. WALL-E, que así se llama el robot, (abreviatura de Waste Allocation Load Lifter Earth-Class) . Un robot con mucho más corazón y alma del que he visto en cualquier otro personaje de dibujos animados hasta el momento, y que resulta excepcionalmente expresivo pese a no disponer de más rasgos característicos que sus enormes ojos y su cuerpo de cubo.
La vida de WALL-E (pues, pese a ser un robot, lo suyo es pura vida) se basa en la compactación de basura en un mundo repleto de ella, destrozado por el ser humano en su mal enfocado avance tecnológico. Y es una vida de soledad y rutina mecánica hasta que un buen día aparece en su vida EVA, un robot de exploración enviado desde el espacio, y toda su existencia cambia y se replantea, pasando ella a ser su centro.


Durante cerca de media hora, la media hora inicial de la película, ésta discurre sin un solo dialogo. En ese espacio de tiempo conocemos a WALL-E y su entorno y, aunque parezca mentira, no aburre en absoluto. De hecho es sin dudas la mejor parte de la película, y una joya del cine de animación de todos los tiempos.
Posteriormente la obra se centra en resolver asuntos más humanos. Aparecen personas y muchas más máquinas, y se dan situaciones más convencionales (llenas de homenajes, como es habitual en estas películas). Pero la cinta consigue transitar sin disminuir en ningún caso la intensidad de la narración y, si bien creo que el final está muy almibarado para resultar más accesible al público infantil, la verdad es que consigue emocionar y divertir constantemente, y se le perdona sin problemas todo el exceso de azúcar.

En alguna ocasión dije de alguna película que era de esas que se debían mostrar a los pequeños que vienen por detrás, para que aprendan a ser mejores personas. Bueno, pues esta es para enseñársela a todo el mundo, grande o pequeño, pues seguro que es capaz de transmitir buenos sentimientos a cualquiera.
Y, personalmente, he de confesar que hacía muchísimo tiempo que no veía nada que me emocionara de la manera en que lo ha hecho WALL-E. Una película que es más que probable que vuelva a ver en el cine y que seguro que acabaré comprando en DVD en el futuro.


Vete a verla, no lo dudes, al primer cine que te encuentres. Si tienes prejuicios con el cine de animación, tíralos a la basura. Ya.
Y si crees que va a ser una película demasiado infantil, piensa que en la infancia están las bases de todo lo que somos, así que igual con una película así es más fácil encontrarse a uno mismo.
A que estás esperando, corre.

4 comentarios:

Rara Avis dijo...

Yo ya la he visto es desde luego más que increíble...

Besitos!!!

Jove Kovic dijo...

Tomo nota de la recomendación. Buenos días!

Una cualquiera dijo...

Por cierto hay una peli muuuy antigua que es igual, no se han comido mucho el coco para buscar un modelo adecuado de robot, la verdad que no me acuerdo como se llamaba la epli pero si que se que hace poco la echaron por television...

oligoqueto dijo...

Bea, se trata de "Cortocircuito", y sí, WALL-E está descaradamente basado en él.
Pero WALL-E es mucho mejor, y si has visto las películas seguro que estás de acuerdo.

Id a verla, que está realmente bien...