martes, 5 de agosto de 2008

Blatofobia.

Hagamos una entrada no apta para todos los estomagos...

Cucarachas, esos curiosos insectos.


Cuando estudiaba zoología, y sobre todo con la entomología, aprendí a endurecer mi estomago para evitar que determinadas cosas que normalmente me producen asco dejaran de producírmelo. Básicamente consiste en saber con que estás tratando y ser capaz de racionalizar el instinto hasta reducirlo por debajo del interés intelectual. Y así me resulta bastante fácil manejarme con la mayoría de los bichos asquerosos del mundo.

Pero con las cucarachas aun me cuesta lo mío. Aprendí a verlas con distanciamiento y a no tener ganas de alejarme, pero siguen pareciéndome repugnantes.


Las cucarachas con las que más habitualmente tratamos los seres humanos son la Periplaneta Americana (la de la foto), originariamente africana, y la Blatella Germanica, asiática. El porque de sus nombres científicos tan poco geolocalizadores habría que buscarlo en aquellos que se los pusieron, pero la verdad es que hoy en día están extendidas por almacenes y cocinas de todo el mundo.

La cucaracha es un animal muy interesante de la que difícilmente se puede dar más información curiosa que la presente en el blog entomoblog. Pese a ello, y a que al ser un grupo muy extendido sus propiedades pueden variar mucho de unas especies a otras, os haré un pequeño resumen de sus características más interesantes:

- Son terriblemente resistentes a toxinas y enfermedades, gracias a un sistema inmunitario muy eficiente.

- Son especialmente adaptables al ambiente, motivo por el cual están tan extendidas en el mundo.

- Poseen estructuras que les permiten reconocer vibraciones del entorno y anticipar así ataques de posibles predadores. Además, poseen una más que aceptable memoria y orientación espacial que les facilita huir y aprender de ataques anteriores

- Son animales tremendamente rápidos, y con una gran facilidad para esconderse en rincones estrechos, por lo que resultan difíciles de atrapar.

- Son capaces de vivir por tiempos muy largos para el común de los insectos, e incluso son especialmente resistentes a altas dosis de radiación nuclear.

- Tienden a moverse bastante, por lo que pueden hacer de vectores de enfermedades y agentes patógenos desde, por ejemplo, las alcantarillas hasta nuestra despensa.

Si a todo lo anterior le unimos el siguiente (y magnífico) dicho que se inventó una amiga de una buena amiga mía:

"No pises una cucaracha, que podría acabar siendo tu jefe",

concluiremos que estamos sin duda ante uno de los bichejos más desagradables que nos podemos echar a la cara (con todo el cariño hacia mi propio jefe directo, del que no tengo queja).

Dicho lo cual, y pese a que también hay que adjudicarles cierto mérito en el tratamiento de desechos urbanos, os deseo a todos una vida tranquila y alejada de estas simpáticas muestras de lo retorcida que es la naturaleza...

3 comentarios:

Rara Avis dijo...

No me hables de cucarachas... que en mi plaza hay una plaga enorme... de lo grandes que son y la gran cantidad que hay....

besitos!!!!

oligoqueto dijo...

¿No te gustan? Si son de lo más entrañables...
Lo dicho, es de los pocos bichos que me dan verdadero asco.

Anónimo dijo...

He de reconocer que las cucarachas no entran en el grupo de mis fobias favoritas (arañas y escorpiones), pero hay una característica de ellas, que tuve tiempo de analizar en mis veranos eremíticos en el pueblo, que me pareció interesante.

Como bien dices, son tremendamente rápidas y tienen gran capacidad para esconderse, pero lo que me llamó la atención (lamentablemente no tengo constancia científica de ello) es que fueran capaces de controlar las sombras, es decir de esconderse en "zonas oscuras" sin necesidad de ocultarse en alguna cavidad o hueco, "pensando" que no son vistas...