lunes, 3 de marzo de 2008

Votox.

Sí, han leído bien. Votox.
Porque tal y como llegan las elecciones a uno le gustaría que existiese otro producto para poder encaminar su voto y hacerle un buen lifting al panorama político...

Yo tengo mi tendencia y mi voto muy decidido. Realmente no porque me guste demasiado el líder al que voy a votar, sino porque representa al grupo más afín con mis propias ideas. Pero, como ya digo, no me importaría que viviésemos en otro tipo de ambiente y que hubiese opciones realmente representativas a las que uno pudiese votar sin sentir que su voto no sirve para nada. Ojalá en un futuro encontremos una forma de perfeccionar los sistemas de voto de listas abiertas de manera que no beneficien tanto a los más pudientes (los que se pueden pagar una campaña). A ver si así podemos ver una verdadera disparidad de opiniones...

En cualquier caso, y sin intentar convencer de que las cosas no están bien a nadie concreto, sino a todo el mundo, voy a poner aquí los "Principios de la Propaganda", tal y como están recogidos en la Wikipedia española en la página de Joseph Goebbels:

1. Principio de simplificación y del enemigo único. Adoptar una única idea, un único símbolo. Individualizar al adversario en un único enemigo.

2. Principio del método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo. Los adversarios han de constituirse en suma individualizada.

3. Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo el ataque con el ataque. "Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan.

4. Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en amenaza grave.

5. Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar.

6. Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas. De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad."

7. Principio de renovación. Hay que emitir constantemente informaciones y argumentos nuevos a un ritmo tal que, cuando el adversario responda, el público esté ya interesado en otra cosa. Las respuestas del adversario nunca han de poder contrarrestar el nivel creciente de acusaciones.

8. Principio de la verosimilitud. Construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de los llamados globos sondas o de informaciones fragmentarias.

9. Principio de la silenciación. Acallar las cuestiones sobre las que no se tienen argumentos y disimular las noticias que favorecen el adversario, también contraprogramando con la ayuda de medios de comunicación afines.

10. Principio de la transfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas.

11. Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa "como todo el mundo", creando una falsa impresión de unanimidad.


Como todos ustedes sabrán, Goebbels fue Ministro de Propaganda de la Alemania nazi. Y uno de sus líderes más importante. En una de sus citas, dice que "la propaganda buena es la que conduce al éxito, mientras que es mala cuando yerra al conseguir el resultado deseado. No es tarea de la propaganda ser inteligente, su misión es conducir al éxito". Vamos, algo así como que el fin justifica los medios.
Más allá de cuestionamientos morales, desarrolló sus teorías sobre la propaganda de una forma retorcida pero muy inteligente, y sus planteamientos son aun hoy enseñados en estudios sociológicos y de comunicación de masas.

Pero estos principios aquí expuestos no fueron formulados como tales por Goebbels. Fue Leonard Doob quién reunió y sintetizó sus ideas en 19 principios sobre la propaganda, y no coinciden exactamente con estos que he puesto en el post (como se puede deducir por un simple cálculo aritmético). Aun no he conseguido averiguar al 100% de quién son éstos y sin duda, la Wikipedia está equivocada al atribuírselos a Goebbels, aunque posiblemente los hubiese firmado como suyos sin ningún problema.


Y sí hoy los pongo en este post es como un simple elemento de reflexión. Hasta que punto se nos usa como una masa estúpida por los políticos que nos gobiernan o nos quieren gobernar, y cuantos de estos principios pueden ser fácilmente extrapolables a situaciones reales vividas en nuestro país en los últimos tiempos.

Cada uno, según sus ideas, podrá encontrar sus ejemplos. Por eso, cuando vayas a votar la próxima semana, reflexiona un poco en lo que has leído según tu propia vivencia, y decide por ti mismo que es lo que quieres y necesitas.
Saber lo que has leído solo puede ayudarte a escoger mejor.

Eso sí, ejerce el derecho al voto, que es la única capacidad decisión que vas a tener en un tiempo...


mafalda_elecciones

4 comentarios:

Alberto dijo...

Pues hombre, es posible que este año ejerzca mi derecho al voto, como dices en tu frase última y con cierto caracter sentencioso (ups). Lo haré para intentar evitar que salga la derecha rancia que ya tuvimos el "placer" de probar hace unos años. Y lo haré con pesar, porque las opciones son cojonudas... Y nada, hasta dentro de otros cuatro años ¿no? Pa´ mearse y no echar gota.

Anónimo dijo...

Guten tag mein freund!

Wenn es gelesen diesem Text vor gehabt wird, würde ich nicht NSDAP... kein Zweifel über es gewählt haben!

Mit freundlichen Grüßen,

oligoqueto dijo...

Estimado andaluz.
Si me sigues poniendo así de difícil interpretar tus emails, el que va a acabar metiendose en el NSDAP soy yo, para perseguirte por la meseta como emigrante que eres...
Un abrazo.

oligoqueto dijo...

Alberto, la última frase no es tan sentenciosa. Pero la verdad es que me acordé un poco de tí mientras la escribía...
Un abrazo.