jueves, 27 de marzo de 2008

Lo que dice un corazón...

Hace un par de semanas salió en un periódico digital la siguiente noticia:

Corazones 'hackeables'


Para quién suponga mucho esfuerzo leerse el artículo, viene a decir que algunos tipos de marcapasos son accesibles desde el exterior mediante comunicación inalámbrica, de forma que pueden ser manipulados, extraerse de ellos informaciones personales del enfermo, cambiarles las órdenes que emiten o incluso apagarlos.

Habituados como estamos a leer historias de hackers que se autoproclaman buenos y que nos cuentan que ellos solo rompen la seguridad de los sistemas para descubrir sus fallos o, simplemente, para saberse capaces de hacerlo (lo cual, por otro lado, es en muchas ocasiones cierto), no puedo dejar de imaginarme a un abuelete, sufriendo una arritmia descontrolada por su marcapasos, y a un hacker al lado diciéndole a un médico:

- ¿Ve!?, ya se lo decía. Tienen que hacer algo, que su seguridad da asco...
- Pirata... que eres un pirata, robando corazones...

Romántico, incluso.

Fuera de bromas, lo cierto es que no tenía ni idea de que los marcapasos emitiesen información al exterior de forma inalámbrica. Y solo al investigar un poquillo en la red he descubierto que algunos tienen la capacidad de transmitir información de su funcionamiento, para facilitar así la monitorización remota del paciente.

Evidentemente, es un agujero de seguridad importante, y me imagino que se revolverá, con algún sistema de cifrado suficientemente alto.
Y para tranquilidad de todos, por lo que he estado leyendo resulta altamente improbable conseguir ningún efecto sobre el marcapasos si no se busca con un interés especial. Y aun así, hay que estar muy cerca del aparato y con una antena adecuada. Así que, si tenéis uno implantado podéis descansar tranquilos, que la wifi de casa no os va a parar el corazón. Por lo menos no por esos motivos...

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