Últimamente, cuando voy al cine los viernes, cansado después de la semana de trabajo, lo que me apetece es ver algo absolutamente intrascendente que piense que puede hacerme reír un rato. Son películas que, más que verlas intentando entresacar ideas interesantes, entran directamente sin que haga falta ninguna interpretación, y me sirven para cortar el ritmo de entre semana y marcar el comienzo del fin de semana.
Vamos, lo que hace casi todo el mundo cuando se va de copas, pero sin otros efectos secundarios. Y con la cosa de que, encima, la gente te toma por un tío culto e interesado en el cine, el arte y blablabla, blablabla, blablabla....
Pues siguiendo la tónica, este viernes me fui a ver "27 vestidos", la película que, aprovechando el tirón de su papel de Izzy en "Anatomía de Grey", ha presentado Katherine Heigl.
Sin duda, no es una película que te haga pensar demasiado y que se deja ver con gracia, pese a que su final está seriamente contraindicado para pacientes de diabetes. Si acaso, para según que personalidades, puede hacerle meditar un poquillo sobre su vida. Pero vamos que aportar, lo que se dice aportar... no aporta mucho.
Para destacar alguna cosilla, pues me quedo con Katherine Heigl. Y no tanto por lo que podéis pensar (que sí, la chica no está mal, pero a mí me gustaba cuando eramos ambos mucho más jóvenes, allá por 1994, cuando estrenó "Mi padre, mi héroe" con Depardieu), sino porque en esta película saca una vis cómica muy distinta de la que habitualmente le vemos en "Anatomía de Grey" que no le queda nada mal, y he de confesar que me pareció muy graciosa en los momentos de la película que se dedica a hacer el tonto. Es una faceta que ni siquiera mostraba en "Lió embarazoso", y que, visto lo visto, quizás debería explotar más.
Y también podría destacar al insulsísimo James Marsden, mucho menos insulso que de costumbre, y que en esta película incluso parece un actor.
Pero, como me pasa con casi todas estas películas, lo que sí que me gustó mucho es la selección de canciones con las que acompañan la acción. No sé a que se debe, igual hay un empleo en Hollywood destinado única y exclusivamente a seleccionar las canciones de este tipo de películas, pero el caso es que es en eso en lo que más envidio a las producciones tontorronas de Hollywood. Aciertan casi siempre con un buen puñado de canciones interesantes...
Por lo demás, la historia entretiene y saca alguna risa, que es lo que pretende. Así que, sabiendo lo que es, puede resultar una buena opción para pasar la tarde.
lunes, 10 de marzo de 2008
27 vestidos.
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