jueves, 6 de marzo de 2008

Protestar con sentido (¿del humor?).

Hay un blog que consulto diariamente desde que un amigo me lo dio a conocer hace ya unos meses (gracias Kiko). Se trata de Fogonazos, y presenta a menudo curiosidades científicas, así como imágenes curiosas y otro tipo de datos sorprendentes.
En una de sus últimas entradas de esta misma semana, Aberron, el autor, nos muestra a una serie de animales que han concurrido a distintas elecciones en sus países natales, como candidatos a alcalde o, incluso, a la presidencia de la nación. Y resulta chocante encontrar que Tião el chimpancé recibió en 1988 hasta 400.000 votos a la alcaldía de Sao Paulo. O que Pigasus El Inmortal, una especie de jabalí amaestrado, fuera candidato a la Presidencia de los E.E.U.U. en 1968.

Evidentemente, Aberrón pretende enseñarnos con este post como, desde distintas propuestas a lo largo del tiempo, el descontento con las clases políticas ha llevado a los ciudadanos a tomar posturas de protesta en clave de humor, y con excelentes resultados en muchas ocasiones.
Pero entre las curiosidades que uno encuentra siguiendo las pistas que el autor nos deja para continuar conociendo casos de candidaturas extrañas, me he chocado con un personaje que quería comentar desde hace unos días, y que me ha venido que ni pintado para enlazarlo aquí: Dustin The Turkey.

Este muñeco de gomaespuma y trapo, es uno de los personajes televisivos más conocidos de Irlanda, donde lleva apareciendo en RTE (Radio Telefís Éireann) desde 1990. Hace ya años, que presenta campañas ficticias de candidatura a las elecciones presidenciales, con propuestas tales como que todo joven irlandés pueda tener una cita con una de las Spice Girl de su preferencia, y es frecuente encontrar en los recuentos votos no válidos en los que los votantes han incluido su nombre manuscrito. Incluso se rumorea que en 1997 el número de votos que obtuvo le hubiesen situado como quinta fuerza política...
Pero si yo he empezado a conocer a Dustin es porque este año ha presentado una canción al festival de Eurovisión, "Ireland douze points", y ha ganado el concurso nacional, con lo que va a representar a Irlanda en la lucha por tener la mejor canción de Europa.


Llevamos ya un tiempo que empiezan a proliferar en Eurovisión los participantes poco convencionales. En los últimos años, hemos visto como ganadores a un grupo de rock duro - heavy metal, vestido como ogros de "El señor de los anillos" (Lordi) o a una transexual con ánimos de diva (Dana International), así como muchos otros participantes de tendencias poco habituales, que le han ido dando gracia al espectáculo.
Sin embargo, España ha resultado poco innovador, y, aparte de algunos flamenqueos menos reconocidos de lo que se merecen, lo normal es que presentemos canciones basadas en la capacidad vocal del cantante, pero muy poco arriesgadas estilísticamente.
El resultado es que, descontando el éxito de audiencia de las ediciones más "triunfíticas", que debieron ese éxito a motivos ajenos al propio concurso, los españoles hemos ido perdiendo poco a poco nuestro interés en el festival, y la mayoría lo considera aburrido y desfasado.

Como consecuencia, este año, que se ha hecho una preselección especial de canciones abierta al voto por internet, el ganador absoluto para asistir a la gala de selección definitiva ha sido Rodolfo Chikilicuatre, una broma televisiva diseñada por Andreu Buenafuente e hiperpromocionada en "La Sexta", que, con la publicidad recibida, el apoyo de algunos foros y el poco interés real que suscita el festival entre los ciudadanos, se ha convertido en el gran favorito para representar a España en el la gran final, a celebrar en Belgrado el día 24 de Mayo.

Más allá de que uno de mis grupos favoritos, La Casa Azul, sea otro de los grupos escogidos, aunque evidentemente afecte mi juicio, lo cierto es que la probable selección de Chikilicuatre me produce bastante rechazo.
Si bien es cierto que España ha sido tradicionalmente poco ambiciosa escogiendo canciones, que el festival está un poco en horas bajas y que su interés ha decaído mucho repitiendo insistentemente según que fórmulas... la verdad es que, por una vez que el grupo de candidatos finales recoge tendencias muy diferentes, capaces de representar muchas de las referencias musicales de los españoles, me entristece pensar que es ahora cuando nos vamos a poner de acuerdo en castigar a Eurovisión por sus fallos históricos.
Es una lástima, aunque implique una buena salud humorística por parte de los votantes. Y es peor aun si pensamos que, si Rodolfo acaba yendo y obtiene un mal resultado, difícilmente se repetirá un proceso de selección abierto a los espectadores.


Así que, para evitarlo, os animo a todos a votar a La Casa Azul, que también es una propuesta diferente, aunque musicalmente más desarrollada que la de Rodolfo. A ver si, después de toda la parrafada que os he soltado, cuela y acabo viéndole en la gala de mayo...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dana Internacional una transexual con ánimos de diva?

Yo pensé que era el plato típico de Asturias...

pues eso, joder, judía con chorizo...

Rico rico!