martes, 29 de enero de 2008

Michael Clayton.

Una vez que ya han salido las nominaciones para los premios Oscar, entramos en el mes de ir al cine para ver la mayor cantidad de películas candidatas posibles para tener juicio de valor de cara a la porra que, año tras año, realizo con mis amigos.

Dentro de esa lista, este fin de semana fui a ver una película que me había dejado en el tintero y que, visto lo visto, hubiese sido una lástima olvidar hasta el DVD: "Michael Clayton".

He de decir que es de lo mejor que he visto este año (incluyo el 2007 en la apreciación). La historia de Michael Clayton es la de un abogado frustrado que trabaja en un bufete de Nueva York como "conseguidor" y solucionador de problemas, al que su jefe aprecia en gran manera precisamente por ello, pero que en realidad desearía ejercer la profesión. Un personaje miembro de una familia unida pero a la vez rota, separado con un hijo, con varios hermanos en los que se apoya pero con los que también tiene fisuras, y que, paradójicamente dado su empleo, es incapaz de conseguirse una vida estable para si mismo.
Michael tiene como uno de sus mejores amigos a Arthur, un genial abogado de su bufete, maniaco depresivo, capaz de ser implacable como letrado siempre que esté medicado, pero que se convierte en un lúcido esquizoide cuando no lo está. Y Arthur se mete en un problema que Michael debe solucionar cuando, tras un tiempo sin tomar su medicación, se desnuda en una reunión con la parte contraria de un caso de demanda millonaria.

La historia se narra a través de un flashback de cuatro días en el que se profundiza en la vida de Michael y en su relación con Arthur. Y en lo que éste le cuenta sobre el caso en el que trabaja, y el porqué de su crisis nerviosa. Poco a poco se nos adentra en una trama oscura, un poco del tipo de "El informe Pelícano" o "La tapadera", de la que solo desvelaré que sirve para que Michael halle su sitio en el mundo, tras una escena mística en la que encuentra una señal en forma de caballos en una colina.

El trasfondo de la película reside en la lucha entre lo que se hace y lo que se debería hacer. Entre lo justo e injusto y las elecciones que la vida nos lleva a tomar en momentos determinados, en uno u otro sentido, cuando la necesidad es más fuerte que el deber moral o cuando el deber nos da el valor necesario para actuar correctamente.
Narra, en definitiva, lo difícil que resulta actuar adecuadamente y como salta la chispa que nos da la fuerza para hacer lo que está bien.


En cuanto a aspectos más técnicos, la película es muy sobria, usando constantemente colores fríos para contrastar esas imágenes con las pasiones que mueven a los personajes. Está muy bien actuada, como indica el hecho de que tanto George Clooney como Tom Wilkinson y Tilda Swinton están nominados al Oscar en sus respectivas categorías, pero donde creo que tiene muchas opciones es en "Mejor Guión Original".

Así que ya sabéis, una muy recomendable opción para ir al cine en estos días.
Que ustedes lo pasen bien.

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