miércoles, 29 de julio de 2009

Ice Age 3

No es que me apeteciera mucho verla, pero después de disfrutar del 3D con "Los mundos de Coraline", la verdad es que me entraron bastantes ganas de repetir la experiencia. Así que me fui a verla un sábado, después de comer, pues ésta es una de esas películas a las que tampoco tengo valor para arrastrar a nadie.

La sesión, para que engañarnos, no ayudaba demasiado. No es que me molesten los niños en general, pero en el cine podría prescindir de ellos sin ningún problema. Y a esa hora había más niños y padres comprensivos de lo deseable.
No se portaron muy mal, simplemente fueron niños, con sus quejas por las gafas 3D y sus comentarios sobre lo que sucedía en la película. Y fue asumible porque la película no me gustó, pero en otras circunstancias me hubiese molestado bastante. Supongo que si algún día me toca llevar al cine a mis sobrinos o a unos hipotéticos hijos tendré que apechugar con ello, pero por ahora prefiero concentrarme en la película.

De todas formas, ya digo que la película no era como para concentrarse mucho. Lo único mencionable para mi gusto es la nueva vuelta de tuerca al concepto de la amistad, siguiendo las bases de las otras películas de la serie, aunque cuando parece que pueden sacar alguna idea seria se echan para atrás rápidamente.
Y por el resto de la historia, se trata de una película decididamente infantil, con pocos matices en los que fijarse ni mucho fondo con el que distraerse. En este caso, incluso se profundiza en el empleo de personajes tontorrones y caricaturescos que aportan poco pero son tan del gusto de los niños, así que definitivamente podríamos decir que es una película para público no adulto.

Al final lo mejor de la película fue el empleo de los efectos 3D. Realmente son muy espectaculares y hacen del visionado de una película una experiencia muy diferente de lo habitual.
Tampoco es que hagan que merezca la pena solo por ellos, pero por ahora siguen siendo tan novedosos que me dejan bastante impactado. Y no tanto por los saltos hacia el interior de la sala y estridencias así como por la sensación de profundidad, y la de realismo que se obtiene de determinadas acciones.

Lo dicho, el error fue mío. Si se tienen hijos a los que llevar al cine, puede ser una buena opción. Pero por lo demás no merece la pena verla en el cine. Algún día la pondrán en la tele, que es sin duda su sitio, y no hará falta que os gastéis el dinero. Creedme que podéis esperar...

1 comentario:

Cyllan dijo...

Muchas veces me sorprendo de las cosas que vas a ver en el cine. Estaba claro que era para llevar a los nenes y nada más! Los míos se lo pasaron bomba :P Y yo, cuando ellos están, me puedo reir de cualquier cosa, así que también.