martes, 7 de julio de 2009

Monstruos S.A.

El otro día pusieron en televisión "Monstruos S.A.". No había vuelto a verla desde que la vi en el cine hace unos años, cuando la estrenaron, y ya entonces me pareció muy buena. Pero al verla de nuevo he visto cosas que se me pasaron por alto la primera vez, así que me ha apetecido hacer un post sobre ella.

Tengo un compañero de trabajo al que también le gustan mucho las películas de animación. De hecho es un tío muy creativo, con mucha imaginación y bastante talento para pasar sus ideas a imágenes, y está haciendo un máster en animación. Empieza a hacer cosas verdaderamente buenas y antes ya hacía maquetas y disfraces muy trabajados y conseguidos (algún día os pondré alguna foto de sus gremlins, espectaculares).
El caso es que, en su opinión, "Monstruos S.A." es la mejor película de animación de la historia. Yo tengo otras tendencias, y desde el año pasado mi favorita es "WALL-E", aunque antes me tiraba más hacia las obras maestras de Miyazaki. Pero he de reconocerle el buen gusto, porque realmente "Monstruos S.A." es una grandísima película.
Aparte de lo más obvio, de lo divertida que es, con esa colección de monstruos imposibles, y de lo imaginativo que resulta su argumento, lo que más me ha gustado de mi segundo visionado de la película son sus ideas de fondo. Como se tratan el miedo y la risa de los niños como si fueran lo más valioso del mundo, y la idea de encontrar una energía renovable para impedir que la sociedad pueda seguir funcionando.
La primera idea hace que la película sea especialmente entrañable. Es fácil captar la empatía de cualquiera cuando se trata de hacer reír o llorar a un niño. Y hace que llegue especialmente la escena en la que Boo descubre que Sulley es un monstruo, cuando le obligan a rugir en la sala de prácticas. Mientras que la segunda me parece una forma muy buena de meter una idea importante en la cabeza de los niños. No es ninguna coincidencia que, al final, la risa se relacione con un sistema sostenible de mantener los requerimientos energéticos del mundo de los monstruos.

Por otro lado, los personajes de Mike y Sulley tienen bastante gracia, pese a que sus dobladores no sean especialmente de mi agrado. Creo que le pediré la película original a mi amigo para ver que tal queda en su idioma, pues no creo que en inglés haya ninguna expresión traducible por "ande andará". Pero el personaje de Boo es casi mejor, habiendo conseguido la dobladora original crear una niña especialmente creíble, motivo por el cual imagino que no se preocuparon de doblarla posteriormente en su versión en castellano. Es de admirar además como consiguen los animadores trasladar sus sentimientos a imágenes de una forma tan realista, mejorando si cabe al personaje.

Por lo demás, la película se ve con mucha facilidad, manteniendo el ritmo sin problemas al ser tan cortita. Que el final esté tan azucarado es más que perdonable, teniendo en cuenta que se trata de una película para niños. Pero lo que sí resulta bastante imperdonable es que las televisiones en España sean incapaces de respetar los títulos de crédito, y que nadie se moleste en hacérselos respetar. En este caso, además, porque las tomas falsas que se supone que hay al final de la película son bastante graciosas, y en la tele se los cargaron con el resto de los créditos.
Os las pongo aquí, por si no las recordabais.



Disfrutadla, si tenéis otra ocasión.

2 comentarios:

sincriter´s critic dijo...

Esta tarde la veo

Cyllan dijo...

Yo cada vez que se la vuelvo a poner en casa a los nenes no puedo evitar quedarme prendada una vez más con alguna escena. Es de las grandes de Pixar en mi opinión.
Y nos llega UP del mismo director! Oh my god! Y yo con estos pelos :P