lunes, 15 de diciembre de 2008

Ultimatum al hombre.

He de confesar que no conozco la película original más que por el artículo de la Wikipedia, y que fui a ver la nueva película de "Ultimátum a la Tierra" sin muchas esperanzas de ver nada bueno más allá de Jennifer Connelly. Me imaginaba algo sobre extraterrestres, con muchos efectos especiales y demasiada velocidad como para ser interesante, pero lo cierto es que salí del cine gratamente sorprendido por lo visto. Y que aunque no me parece ningún peliculón, es una obra más que interesante que ofrece mucha materia para pensar.

Por lo que he visto en la Wikipedia, la original surgió en un clima político marcado por la guerra fría y el miedo al "otro", al rival.
Ésta en cambio nace ante el miedo al hombre como especie, por la capacidad de destrucción que hemos alcanzado y cómo empleamos los recursos naturales de una forma que nos puede llevar a la destrucción. Y en ese planteamiento aparecen dudas interesantes, que se centran en ámbitos como la ecología, la psicología humana y la metafísica.

(A partir de éste momento, haré una crítica con mucha mención al contenido de la película, así que si pretendes ir a verla, deja la lectura del post para después)

Desgranándola un poco, lo más obvio son los planteamientos ecologistas. Se nos ofrece la idea de que La Tierra no es nuestra y que no podemos usarla como tal cosa. Que la compartimos con el resto de especies de seres vivos que la habitan, y que, como algo que nos es ajeno, debemos respetarla y cuidarla para facilitar la convivencia de todas ellas.
Es una idea habitual que está muy en la base del pensamiento ecologista y que nosotros, en nuestro antropocentrismo, no asimilamos del todo bien. Porque somos seres humanos (quizás simplemente porque somos seres vivos), somos egoístas, y queremos lo mejor para nosotros mismos.
Y porque, aunque hemos desarrollado sistemas morales para definir lo bueno y lo malo y respetarnos los unos a los otros, la comodidad, la satisfacción de los gustos y el alcance del placer también se han convertido en metas personales. Y esos son conceptos que acaban chocando en un plano material, al confrontar lo bueno (para la mayoría, para La Tierra también) con lo bueno para uno mismo.

Por eso la idea ecologista entronca muy bien con la de la psicología humana, que en la película acaba convirtiéndose en la clave para nuestra salvación, aunque para mi gusto es lo que queda peor cerrado de toda ella.
A lo largo de la película, Klaatu, el extraterrestre enviado para dictaminar nuestro futuro, comienza siendo muy duro y crítico con los seres humanos, y concluyendo que La Tierra precisa de nuestra destrucción para salvaguardar sus características. Y es poco a poco, descubriendo que el amor es el motor de nuestras vidas, y asimilando lo positivo de nuestra emotividad, cuando decide darnos una segunda oportunidad.
En concreto hay un momento en que, analizando la historia de su propia especie, y ayudado por un inteligente humano, observa que los cambios drásticos solo se dan ante situaciones límite, y decide interrumpir nuestro fin en espera de nuestra reacción.
Si digo que es lo peor resuelto de la película es porque, pese a ser capaz de observar capacidad de cambio y buena disposición en los humanos que trata de cerca, es atacado hasta el último momento por el ejercito de EEUU, que en ningún momento considera la posibilidad de tratarle como un interlocutor válido con otras civilizaciones.
Y no es por nada, si yo fuera Klaatu (y no estoy muy lejos ;-P), consideraría que no somos una especie de confianza.

Por último, retorciendo lo anterior para llevarlo a los límites, y aunque no se incida demasiado en la película, aparece la metafísica de qué es el hombre, de donde viene y a donde va.
Es un planteamiento común dentro del mundo de la ufología, si estaríamos preparados para asimilar la llegada de extraterrestres, asumir que no somos los "únicos" y, sobre todo, el impacto que eso tendría sobre toda la cuestión religiosa.
No se trata más que de refilón, no tiene un sitio central en la historia como puede tenerlo en "Contact" (posiblemente más en la novela que en la película), pero se deja caer.
Y a mí personalmente, el hecho de que el extraterrestre tenga tanta compatibilidad biológica con los humanos y que exponga que La Tierra es uno de los pocos planetas capaces de contener vida y que su deber es protegerlo de nosotros, me hizo pensar que estaba intentando introducir la idea de la panspermia, como si nuestros verdaderos creadores fueran ellos, desde el exterior, y se sintieran responsables de nuestra evolución posterior.
Una idea que, en el fondo, choca con las religiones más seguidas del planeta.

En cuanto a aspectos más cinematográficos, la película no pasa de la normalidad en la mayoría de sus facetas.
Del reparto diré que Keanu Reeves nunca ha sabido usar demasiado bien su cara, así que un extraterrestre inexpresivo e indolente no le viene mal. Y Jennifer Connelly siempre lo hace bien, incluso cuando no tiene mucho de donde sacar. John Cleese está muy poco aprovechado, y solo me chirría el hijo de Will Smith, que no es que haga nada especialmente malo (ni bueno), pero del que no puedo dejar de pensar que está ahí solo por papá y mamá, y me distrae de la historia.
El guión parece seguir con bastante fidelidad la estructura y la base de la película original, y eso hace que gane y transmita bien las ideas antes comentadas.
Y el director no estropea nada intentando meter mucha acción o imágenes de videoclip que afecten al ritmo de la película, lo cual se agradece. Pero tampoco hace nada muy destacable...

Como os daréis cuenta, creo que la película ofrece chicha suficiente como para merecer mi recomendación. Quizás más por las ideas que me sugirió que por su propia factura.
Posiblemente muchos saldrán defraudados de la sala, esperando algo con más acción. Pero creo que ganamos todos cuando se hacen planteamientos más inteligentes.
Y que, ofreciendo las ideas bastante a las claras, como hace esta película, es fácil incitar a la reflexión; una reflexión sana que nunca viene mal.
Muy interesante...

1 comentario:

Anónimo dijo...

Un aplauso para Jennifer Connelly...clap,clap,clap...No he visto la peli, pero Jenny siempre lo merece...Guapísima y estupenda siempre...Me encanta la chavala. Es una torpeda y punto pelota.