miércoles, 10 de diciembre de 2008

Dinero fácil.

Como ya os habréis dado cuenta si me leéis con frecuencia, no suelo comentar noticias sino es para reírme un poco de ellas. Y, claro está, esta ocasión no iba a ser menos. Pues convendréis conmigo en que un titular como "Juzgada por simular el secuestro de sus dos hijos hasta en siete ocasiones" solo puede tomarse con humor.

La noticia es tal cual se nos presenta: absurda. Para no haceros leerla, viene a contar como una mujer se dedica a timar a su esposo haciéndole creer que han secuestrado a sus hijos para sacarle los cuartos. Repitió el truco hasta seis veces, consiguiendo un total de más de 600.000 euros, momento en que su marido debió sospechar algo ("quizás seis secuestros sean demasiados para unos mismos chicos", imagino que pensó) y la denunció a la policía.

Al profundizar en el tema, se pueden adivinar cosas muy escabrosas que pueden hacer del titular algo mucho más comprensible. Temas de drogas interpuestos, curiosos secuestros por robos de virginidades, o sucios tratos con mayoristas de ¿ropa?... El caso es que la mujer y el pobre timado, pese a estar casados, nunca habían convivido, y ella mantenía relaciones con otro hombre. Pero por muy feo que sea todo ¿que hizo que el buen señor respondiera al timo?
Es decir, hay que ser muy inocente para caer tanto en la misma trampa. Me imagino a su mujer, acercándose la sexta vez y diciéndole:

"- Pedro, no te vas a creer lo que me ha pasado esta mañana. Esta mañana tu hijo Emilito ha salido de casa y se lo han llevado unos señores muy malos que me piden 250.000 euros para liberarle."
"- Pero mujer, ¿otra vez? ¿No podéis quedaros plácidamente en casa?"
"- ¿Otra vez?... No sé de que me estás hablando..."


Como ya digo, el asunto apesta, aunque el titular sea glorioso. Para pasar por el aro tantas veces sin llamar a la policía y por importes tan altos, el amigo Pedro tiene que tener mucho miedo de las consecuencias. Y para tratarse de según que temas, su mujer tiene que ser una pieza de cuidado. Pero prefiero asumir el asombro que el titular pretende, y quedarme con que ella es una golfa apandadora, y el un inocentón de cuidado. Vamos, pura historia de picaresca española...

2 comentarios:

Jove Kovic dijo...

Lamentablemente no llegamos a tiempo, Fellini no podrá inspirarse en este maravilloso asunto para un guión.

oligoqueto dijo...

Lo cierto es que me parecía más gracioso cuando comencé a leer el artículo, y ahora me resulta muy retorcido y poco humorístico.
Pero bueno.

Saludos.