viernes, 26 de diciembre de 2008

Un gran día de cine.

Hay películas que llegan a la cartelera sin mucho ruido y que son verdaderas joyas. Luego están la mayoría, que llegan a la cartelera con un estruendo ensordecedor y son tan malas que después de verla preferirías estar ciego. "Outlander", por ejemplo (aunque es cierto que tampoco tuvo un tremendo impulso mediático, si soy sincero).

Pero no nos desviemos del tema, que últimamente me disperso demasiado. El caso es que este fin de semana volví a aprovechar para ir al cine, y la película que vi fue un verdadero descubrimiento: "Un gran día para ellas" (sí, otra de esos títulos tan magníficamente traducidos).

La película está protagonizada por una espectacular Frances McDormand, que se come la cinta con su capacidad de expresar tanto con tan pocos gestos. Es un papel difícil, pues su personaje es casi el único de toda la película que no tiene rasgos extremos. Pero está además muy bien acompañada por otros actores de cierto nombre que lo hacen muy bien, como pueden ser la joven Amy Adams, el imponente Ciaran Hinds o Mark Strong (del que ya hablé bien en "Red de mentiras"). Y también de alguna buena actriz poco conocida como Shirley Henderson (capaz de llorar exactamente lo justo y necesario en una difícil escena, lo cual me llamó mucho la atención) o de un muy correcto Lee Pace.

La estructura de la película es claramente teatral, hasta el punto de que, sin conocer la novela de la que procede, pensaba que era una adaptación al cine de una obra teatral (internet me ha sacado de dudas). Y en esa estructura, los personajes circundantes adoptan unos roles muy al límite que le sacan el jugo a la película en su exageración. Se convierte en una trama especialmente simpática, muy coral, en la que los cruces de caminos de unos y otros rebotan de aquí para allá hasta llegar a una escena final en la que se resuelven todos los cabos sueltos y desemboca en un epílogo feliz.


Por sacarle algún defecto, habría que admitir que la película esta demasiado azucarada y el final de la misma juega a resolver bondadosamente todas las miserias de los protagonistas. Es una de las características que me hacía pensar en un posible origen teatral, pues el tipo de trama y la forma de resolverse me recordó a algunas obras de Shakespeare. Pero es un defecto de ida y vuelta que, en mi caso, me gustó y acabó convertido en virtud. Esa exageración y afectación me resultan de lo más atractivo de la película, y ese final feliz es un cierre perfecto para redondearla.

Muy recomendable para pasar un buen rato sin buscar nada pretencioso. Y un entretenimiento gozoso si eres capaz de apreciar sus cualidades.
A verla todos...

3 comentarios:

Jove Kovic dijo...

Tomo nota de la recomendación, ¡ qué gran actor Ciàran Hinds!
Saludos y feliz Año Nuevo, Oligoqueto.

Cyllan dijo...

Pues a esta le tengo echado el ojo pero no sé si daré abasto para hacerlo todo caramba. Esta navidad está desconocida. No era que en estas fechas sólo había cine basura y alguna buena de animación? Je.

oligoqueto dijo...

Jove: Sí que lo hace bien, sí.

Cyllan: Pues a mí me resultó una película muy entretenida, muy recomendable.
Ten cuidado no te la acaben quitando de la cartelera...

Saludos.