martes, 25 de noviembre de 2008

El nuevo James...

Estaba seguro de que este fin de semana pasado mis amigos iban a querer ver la nueva película del señor Bond. Así que, sabiendo como sabía que habría muchas referencias al episodio anterior de la saga, decidí verla antes, y me hice con una copia de la película que vi el jueves.

El nuevo James Bond ha experimentado unos cambios enormes desde las versiones anteriores, y no se asemeja en nada al interpretado por Timothy Dalton o Pierce Brosnan. Este último de Daniel Craig es mucho más pétreo que encantador, pese a no dejar de ser un tremendo conquistador, y tiene una forma de actuar muchísimo más salvaje, hormonal. Participa mucho más en escenas de acción, dominando la lucha cuerpo a cuerpo y sintiendo aparentemente cierta atracción por la pelea como forma realización personal.
Aparte de los cambios en su actuación física, también se observan en él muchos nuevos matices psicológicos. Se le descubren debilidades que antes pasaban desapercibidas y ahora son el centro de las tramas: se nos enfoca en su miedo al dolor emocional y su negación del mismo para evitar mostrar debilidades, y se nos enseñan facetas personales humanas que en otros momentos eran meros accesorios. Y probablemente el personaje gana con todo ello una profundidad y un atractivo personal del que, a primera vista al menos, el actor carece, y que el personaje había perdido en sus diferentes reinterpretaciones a lo largo del tiempo.

"Casino Royale" es una buena película, muy interesante en muchos aspectos, en la que comienza la profundización en el personaje de Bond que mencionaba antes. Resulta fundamental verla para entender completamente "Quantum of Solace", título, por cierto, cuya traducción textual alejaría tanto del significado de la frase que ni siquiera se han molestado en intentarlo (bien por la productora).
La historia que se nos cuenta resulta bastante lineal, sin sorpresas ni estruendos, sin ningún giro digno de mención. Pero da igual, porque de lo que se trata es de conocer bien a Bond, entender sus motivaciones, lo cual se consigue sin problemas. Y ese propósito nos lo dejan muy claro cuando, una vez finalizada la trama principal de la película, aun se nos reservan unos 20 o 30 minutos de película en la que vemos el lado más humano del personaje.

Y en "Quantum of Solace" la historia continua en el punto en que nos dejaron al terminar "Casino Royale", casi como continúan las diferentes películas de la saga de "El Señor de los Anillos", como si hubiese sido concebido todo como un uno. Simplemente comienza un nuevo capitulo de algo que promete durar todavía alguna película más; la lucha de Bond contra una superorganización secreta extremadamente infiltrada en el sistema y muy poderosa, al estilo de la antigua Spectra, pero con los medios y capacidades del globo en el que vivimos.
Aunque la película tiene una trama más definida que la anterior, lo cierto es que deambula entre las maquinaciones de unos y otros al mismo ritmo al que Bond y los malos (encabezados por Matheiu Amalric, un doble de Thom Yorke, el cantante de Radiohead) viajan de país a país, como si Bolivia y Austria estuviesen a un par de minutos en metro. Contiene unos niveles muy altos de acción, quizás demasiado altos, de una acción que sigue los cánones de videoclip de hoy en día, ninguna definición, pura velocidad. Y eso hace que en algunos momentos confunda y pueda llegar a cansar.
Pero constantemente volvemos a centrarnos al encontrarnos con el Bond más humano en sus minutos de tranquilidad, la línea que nos hace seguir la historia y la que le da su mayor interés. Y aunque sigue habiendo despampanantes chicas Bond (Olga Kurylenko está muy bien, pero me quedo con Gemma Arterton, la verdad, incluso cubierta de oro negro), él es lo más interesante de toda la película, y solo cuando resuelve sus traumas y encuentra su consuelo (solace) llegamos a la resolución de la cinta, que nos deja bastante claro que tendrá su continuación en la lucha de Bond contra la mencionada organización secreta (prefiero no decir el nombre).

El resultado de ambas cintas es, a mi juicio, bastante bueno.
Daniel Craig no es el James Bond que hubiese escogido en principio sin conocer el giro que se le ha dado a la saga, pero la verdad es que resulta una magnífica elección visto por donde se encamina. Y el propio personaje de Bond, habiendo perdido el encanto que tenía en otras películas, ha ganado muchísimos enteros con la nueva perspectiva.
No dejan de ser producciones orientadas al puro entretenimiento, pero han sabido darle a la saga un interés que había perdido casi totalmente con Pierce Brosnan (actor que, curiosamente, si tiene el encanto al que me refería antes, pero que demuestra con ello que el cambio en el personaje era necesario). Y la verdad es que han conseguido recuperar mi atracción hacia un personaje que tenía bastante perdido...

Volveremos a vernos en el cine señor Bond, James Bond...

2 comentarios:

Jove Kovic dijo...

A mí me han hablado bien de la cinta y de la chica. La tengo pendiente. Saludos cordiales desde BCN.

Cyllan dijo...

Mmmmm una pequeña debilidad que tú también comentas querido Oligoqueto. Gracias por los comentarios de las dos pelis. Mira yo no le había hecho caso a la serie, no me interesaba en absoluto el rol de tipo que nos vendían con ella. Pero no sé muy bien por que, cuando se estrenó Casino Royal la vi... Y me gustó! :O El redibujo que hicieron de Bond me encantó, y la elección de ese pedazo de hombre de Craig me entusiasmó. Así que veré esta segunda aunque digan que el nivel baja porque el final de la primera me llegó mucho. A ti veo que te ha gustado igual y las ves con una continuidad. Perfecto, aún me dieron más ganas.
Besitos cinéfilos.