martes, 11 de noviembre de 2008

Dosis de sueño y realidad.

Hace no mucho uno de los comentaristas más habituales de mi blog, Jovekovic, publicó un post recordando el Día Mundial Contra la Pobreza. Se titulaba No podemos mirarles a la cara, y contaba que, según estimaciones de Naciones Unidas, con un 10% de lo que los gobiernos ricos van a invertir para salvar el sistema financiero mundial, se podía acabar con el hambre del mundo. Y mi comentario al respecto fue que yo no solo no podía mirar a algunos a la cara, sino que no podía mirarles siquiera a los pies.

Llevaba un tiempo dándole vueltas al asunto, sin decidirme a hacer un post sobre los planes de rescate a la banca, pero me da pereza incidir en algo tan comentado en todos sitios. Y ni siquiera la cumbre del día 20, esa en la que hay quien parece tener alguna esperanza de oír algo razonable y de la que seguramente no oiremos ninguna solución real, me motiva a hacerlo.

Ahora bien, hoy he visto un vídeo que me ha tocado la fibra y he decidido compartirlo con vosotros. Se trata de un vídeo que ha llegado a mí desde un blog genial, Fogonazos, que me recomendó otro lector del mío y que es un estupendo compendio de información curiosa, ciencia y cosas asombrosas. Y es un vídeo que no tiene mucho que ver con la crisis económica, pero que enlaza de maravilla con ella por las consecuencias que tienen los actos del hombre sobre el futuro de los que vivimos en este mundo y tenemos una voz difícil de oír.

Espero que a alguno de vosotros se tome la molestia de verlo y escucharlo, y de entenderlo como se merece. Seguro que para muchos no es más que demagogia, y habrá quién piense que la protagonista del vídeo no puede ser la misma persona que escribió el discurso. Pero yo confío en que seréis más los que encontraréis las verdades que se dicen, y que lo valoraréis con la ausencia de cinismo y la autocrítica necesaria.



Hay que seguir creyendo que el mundo cambiará a mejor algún día. Lo necesitamos para continuar teniendo confianza en el futuro, aun cuando nuestro presente es tan feo. Y se lo debemos a los que vienen por detrás, heredando nuestros pasos.
Ojalá haya alguien que se atreva a decir las cosas tan claras el próximo día 20, y ojalá haya quien sea capaz de conducirnos por mejores caminos en los próximos tiempos.
Para seguir soñando y despertar en un sitio mejor, que falta nos hace.

2 comentarios:

Jove Kovic dijo...

No hay de qué preocuparse, en la cumbre nadie hablará con tanta claridad. Pero yo también necesito creer que esto cambiará.
Gracias por la mención. Saludos muy cordiales desde BCN.

Rara Avis dijo...

Hay que seguir creyendo desde luego, pero cuán difícil tarea es ésa cuando parece que la esperanza se ha perdido...

besitos grandotes...