lunes, 18 de mayo de 2009

Star Trek XI.

No soy un ningún "trekkie", pero confieso que "Star Trek" es una saga a la que, como poco, le tengo respeto. No llegué a coger la época de la serie original, ni las películas basadas en ella, pero sí que me tocó de lleno la "nueva generación", y confieso que me gustaba bastante. Y todavía conservo bien cuidado y con bastante cariño un pin con el símbolo de la "Federación de Planetas", que vestía con orgullo en una vieja cazadora vaquera cuando era un adolescente (por no decir que los chándales que nos daban en el equipo de fútbol sala de mi antiguo colegio, y el mismo simbolito del mismo, nos hacían parecer a todos tripulantes de la flota estelar).
La verdad es que me gustaba su su forma de afrontar el futuro, bastante cercana a la realidad actual, con una adaptación del ser humano a los avances científicos muy respetuosa con lo que yo considero que somos. Y su visión de la ciencia ficción que, sin dejar de ser ficticia, sí que estaba bastante en consonancia con los conocimientos científicos del ciudadano medio, por lo que sus guiones no rechinaban demasiado.

Así que, alentado por las decentes críticas de la nueva película, me fui a ver "Star Trek XI" ("Star Trek 2009"), a ver que me ofrecía esa revisión de los personajes originales en sus inicios dentro de la flota estelar. Pero no puedo decir que saliera muy contento del cine tras ver la precuela de la gran saga.

Como en cualquiera de las precuelas modernas que se hayan hecho de viejas películas de ciencia ficción, ésta peca de no respetar lo suficiente a sus antecesoras. Los tiempos cambian y la tecnología también, mucho, con lo que intentar mantener cierta coherencia convertiría a las precuelas en incomprensibles compendios de tecnologías desfasadas. Aquí, por tanto, se incorporan los avances técnicos que Gene Rodenberry no había imaginado cuando creo a Kirk y a Spock, y se nota demasiado.
Pero también se nota mucho en cuanto a la producción, y es uno de sus peores fallos. En las originales, incluso en las nuevas versiones de la serie, todo el mundo Star Trek era un mundo sobrio, donde primaban las tramas científicas y filosóficas sobre la acción, aunque también hubiese de ésta. Aquí es todo lo contrario. "Star Trek XI" está concebido como un film de acción al que se le añaden los antiguos personajes, en unas facetas juveniles excesivamente descaradas que nos alejan de lo conocido, aprovechando la falta de mención anterior a su pasado. Y los breves momentos de introspección y pseudo ciencia se cuentan con los dedos de una mano, resultando además de lo más simples, previsibles y faltos de coherencia con la ciencia menos avanzada que cualquiera pueda conocer. Porque no hace falta saber un montón de la teoría de cuerdas para comprender que ningún motor, de ningún tipo, es capaz de huir del campo de atracción gravitatoria que genera un agujero negro...


Aun así, lo peor de la película no es ni mucho menos su falta de bases científicas, que aquí pueden superar límites asumibles pero que, a fin de cuentas, se dan por hecho en este tipo de películas. Lo peor es contemplar como el guión se llena de situaciones absurdas, totalmente impensables, que se nos plantean como si fuese lo más normal del mundo.
La manera en la que un conjunto de imberbes cadetes se convierte en la tripulación de mando de la nave que constituye la joya de la corona de la flota estelar resulta insultante para cualquiera con dos dedos de frente. Y suponer que, además, eso se haga en una humanidad reconvertida y adelantada, como era la que planteaba la serie original, es una contradicción intolerable.
Y el tratamiento de los personajes, que pasan de ser humanos fríos de tan razonables a puras hormonas andantes, no puede justificarse solo en la juventud de los protagonistas, y me hace pensar que la película es una especie de versión futurista de "Dawson Crece".

Así pues, me es difícil recomendar la película a nadie que haya disfrutado jamás del mundo "Star Trek". Igual la disfrutan personas que no conozcan de nada los productos originales o aquellos fieles a J.J Abrams que consideren un genio imprescindible al autor de "Perdidos".
Pero a mí me dejó frío. De hecho, agradecería que me hubiera dejado indolente, pero salí del cine bastante frustrado. Y deseoso de cambiar mi mala racha, porque últimamente lo único bueno que he visto ha sido una obra para niños...
Ni videoclub, en la tele dentro de unos años, y una noche que solo pongan fútbol en el resto de cadenas...

1 comentario:

Cyllan dijo...

Es verdad que no la ponen mal y hasta me tentaba un poquito a pesar de que no sé casi nada de la saga. Me quitaste las pocas ganas jejej.
Me gustó eso de "una noche que solo pongan fútbol en el resto de cadenas" jajajaj, ¡dale!