jueves, 26 de febrero de 2009

El desafío: Frost contra Nixon

La última película candidata a los Oscar que vi fue justo la tarde del domingo, apurando antes de la ceremonia. "El desafío: Frost contra Nixon".
Dirigida por Ron Howard, que para mi gusto es algo así como una especie de versión mala de Steven Spielberg (y del que últimamente me gusta más su hija que sus films), la verdad es que es una película muy interesante que, al igual que la ya comentada sobre Harvey Milk, hace un repaso de una situación histórica poco conocida en España: las entrevistas que David Frost realizó a Nixon un par de años después de dimitir éste último.

Y al igual que ya dije sobre "Mi nombre es Harvey Milk", ésta es una película más interesante que entretenida, que después de verla deja unas grandes ganas de ver las entrevistas reales de Frost para hacerse una idea personal de lo que ofrece la película. Siempre la persistente realidad, tan atractiva...

Tal y como está planteada, la película es un verdadero combate de boxeo, de apariencia desigual y resultado sorprendente. Es como si alguien hubiese reescrito "Rocky", y Apollo Creek se hubiese transformado en Nixon y Rocky en Frost, y el viejo campeón hubiese permitido al menos probable de sus vencedores retarle a un duelo. Y claro está, al final el pobre Frost consigue vencer a base de aguantar carros y carretas, recibir en donde más duele, el orgullo, y transformarse en un implacable periodista que roba, en su propio ring, el cinturón de campeón al viejo zorro.

Como digo, la historia es muy interesante. Frank Langella está magistral como Nixon y Michael Sheen hace un papel bastante bueno como David Frost. Y uno sale del cine deseando poder ver las entrevistas (que pueden comprarse en aquí). Pero también se sale con la duda de hasta que punto lo contado es real, si Frost era tan superficial y la situación resultó tan dramática, y si todo ha sido rebozado en una croqueta de misticismo trágico para convertirlo en un thriller irresistible pese a su obvio final...

Después de leer algunas cosas al respecto por internet, y sin haber tenido tiempo de verlas (aquí), me inclino a pensar que es lo segundo, que las dificultades se han sacado de quicio, y que las situaciones fueron menos espectaculares de lo que la película indica. Y me siento un pelín engañado por la pericia de los guionistas a la hora de convertir aquella historia en una obra cinematográfica tan retorcidamente convincente.
Pero no puedo dejar de reconocer que la película es muy buena, y que sea cual sea la verdad, uno se mete muy fácilmente en su trama y se deja llevar sin problemas por los caminos que se nos ofrecen. Incluso aunque por ello Nixon acabe cayéndonos bien...


Por tanto, una obra muy interesante que recomiendo a todo aquel que disfrute del buen cine, y especialmente a aquellos que se dejen llevar por las historias basadas en la realidad. No decepciona, aunque uno pueda sentirse engatusado, y está especialmente bien interpretada por Frank Langella, que podría haberse llevado el Oscar perfectamente de no ser porque Sean Penn está mejor haciendo de Milk.
Espero que os guste.

1 comentario:

Jove Kovic dijo...

Mi candidato al Oscar era Langella, uno de esos grandísimos actores que han renunciado al estrellato para no dejar el escenario teatral.