lunes, 12 de octubre de 2009

El secreto de sus ojos

Hay películas que en principio no tienes claro si te apetecen o no, de las que oyes hablar y algo te tira para atrás aunque te la vendan bien. Y algo así me pasaba con esta película, de la que había oído muy buenas críticas y que vendieron como si de un peliculón se tratara cuando la presentaron en San Sebastian, que no me decidía a ver sin saber en realidad de que iba.

La verdad es que no sé porque tenía esos reparos, porque Campanella me parece un gran director, Darín me cae bien (me gusta como actor y es como la versión envejecida de un gran amigo mío) y Soledad Villamil es siempre un tremendo descubrimiento en cada película que le veo. En realidad, sin conocer la historia, nada había que me retuviera. Y aun así...

Pero después de lloverme críticas positivas a mi alrededor, me decidí a verla, y he de admitir que es una película buenísima que se merece todo lo bueno que he leído sobre ella y todo lo que me dijeron. De hecho, ahora que la he visto y me he puesto a buscar críticas negativas, sencillamente no las entiendo. Es demasiado redonda y está demasiado bien hecha para recibir malas calificaciones.

Por lo pronto, la historia tiene de todo, y todo está muy bien contado, entrelazado y resuelto. Contiene tanto un thriller policíaco como una trama política y de corrupción, historias de amistad, venganzas y, por supuesto, amor. Y en todas y cada una de ellas encontramos situaciones interesantes y diálogos con profundidad, todas parecen una película en si misma.
Pues aunque haya tanto, la película no se despista, en realidad funciona perfectamente como un todo, consiguiendo así un peso que hace que se salga de la sala con la idea de que se ha visto algo superior.
En cierta forma es como cuando uno lee un libro compuesto de muchas tramas, de esos que cuando se acaba te quedas saboreando la complejidad de la historia y deseas ser capaz de escribir algo así. Uno de esos que crees imposible llevar al cine porque en una película "no cabe".
Pues Campanella consigue que quepa y lo hace de forma armoniosa, dan ganas de leer el libro en el que se basa ("La pregunta de sus ojos") para ver hasta que punto se ha mantenido fiel a la obra original, pero no se sale de la sala con la idea de que te han dejado cabos sueltos (todo lo contrario). Simplemente, maneja el ritmo de la historia principal y de cada una de las subhistorias que hay detrás como si fuera natural que todo funcionara perfectamente. Y eso es tan complicado que, aunque lo que se cuenta no fuera además interesante por si mismo, ya supondría una dirección excepcional.

Prefiero dejarlo así, para no profundizar en el guión y no desvelarle a nadie ningún dato. Solo confío en que, quién me lea, se vea empujado a ir al cine a comprarse su entrada, porque es sin ninguna duda de esas películas que se merece ser vista en una sala en condiciones. Sabe a buen cine y deja poso. Y huele a óscar a poco que haya justicia.

Y si ya la has visto, ya sabes, espero saber que opinas...

4 comentarios:

Cyllan dijo...

Esa última frase no iría por mí. Ajajajaj :PP
Menos mal que las buenas críticas te convencieron para verla porque te hubieras perdido la lección de arte que es El Secreto de sus Ojos. Y haces bien en no dar muchos datos yo creo porque en estas pelis que te menean de acá para allá y al final te sorprenden sí o sí, cuanto menos sepa uno mejor se lo pasa. Así que animo a verla yo también a todo todo el mundo. Campanella se superó a sí mismo y los actores le ayudaron mucho.

oligoqueto dijo...

No, no pensaba en nadie concreto, de verdad. Simplemente invito a que la gente comente, a ver si el blog se anima.
Sí que pensé en ti, y en un crítico sin criterio que anda por aquí cerca, a la hora de postear esto antes que vosotros, que al final siempre acabo yendo a contracorriente. "District 9" y "Malditos Bastardos" se han quedado a la espera, y "Agora" ya las acompaña en mi lista de borradores...

Saludos.

Roberto Marchán dijo...

qué fácil parece hacer buenas películas con un buen guión. y si además tienes unos actores estupendos y un director "invisible", ya tienes una obra maestra.

justo antes de la película pasaron dos trailers de películas españolas con pinta regulera, una sobre tríos pastilleros lisérgicos y otra sobre tríos bohemios. si se hubiesen mezclado las imágenes ni me habría dado cuenta de que eran películas distintas. prejuzgar es arriesgado, pero no me extraña que el señor gerardo herrero se vaya a argentina a producir cosas buenas buenas.

Cyllan dijo...

Ajajajajajjaj, ni te habrías dado cuenta de que eran películas distintas Roberto? Qué parida :D