Con la última campaña de la Iglesia Católica (entendiendo como tal a su jerarquía eclesiástica, no al conjunto de feligreses), y el apoyo que está recibiendo desde numerosos frentes, es inevitable plantearse de nuevo el tema del aborto y posicionarse en uno u otro sentido, como una decisión personal ante la que sentirse coherente.
Es un tema peliagudo, no cabe duda, y es a veces desagradable dar opiniones que sabes que pueden molestar a mucha gente. Pero viendo como se pone el asunto, creo que todos debemos dar nuestra opinión, no quedarnos callados, para poner con ello nuestro granito de arena en pos de nuestras ideas. Y defender así los principios que consideramos fundamentales.
Yo estoy totalmente a favor de una ley de plazos como la propuesta, y me siento en cierto modo agredido por las formas en las que se presiona contra ella y contra cualquier forma de aborto, sobre todo desde las facciones más oscuras de la Iglesia Católica (desde este momento, la Iglesia, para acortar).
Y no me entiendan mal, no pretendo decir que no tengan todo el derecho del mundo a dar su opinión y presionar hasta cierto punto con los medios a su alcance (tal y como hago yo desde este blog). Pero creo que hay formas que superan los límites de lo correcto y se enrocan en lo demagógico, y me ofende que por el camino se me tache de inmoral, asesino y malvado por no pensar igual que ellos.
Mi mayor problema con la forma de entender la moral de la Iglesia es que, partiendo de donde parten ellos, es imposible llegar a un punto de acuerdo. Es decir, cuando se cree en Dios y se piensa que todo el bien emana de él, es inevitable llegar a la conclusión de que la moral es algo objetivo. Porque un Dios en una religión monoteísta es perfecto e infalible, sus designios son ley y el bien existe en función de ellos. Y la moral entonces se basa en ley divina, natural, y es por tanto única, no puede acordarse en puntos intermedios.
Mi experiencia en cambio es totalmente distinta. No soy creyente, dejé de serlo al plantearme la idea de Dios, y no creo ni en la ley natural ni en un objetivismo ético. Me definiría como relativista moral si no fuera porque casi nadie comprende mi forma de entender el relativismo. Y considero que, dadas las diferentes formas de entender el bien que tienen los diferentes seres humanos, es necesario llegar a acuerdos de convivencia en marcos legales que nos permitan a todos desarrollar nuestras aptitudes y alcanzar el cumplimiento de nuestras metas personales. Sospecho de quien cree tener "la verdad" y procuro buscar en los más alejados a mi forma de pensar los elementos que nos hacen similares y nos permiten tener puntos en común.
Por otro lado, defiendo la vida como el mayor de los bienes que poseemos. Pero no de la forma abstracta que utiliza la Iglesia y mucha otra gente, que se refiere a la vida humana como algo superior que siempre debe ser defendido, sea cual sea su forma, como si no nos perteneciera a cada uno de nosotros. Creo que sus postulados son tan amplios que acaban chocando con ellos mismos (para un buen ejemplo, se puede leer el siguiente texto, de la Global Catholic Network, escrito por un experto en teología moral, y en el que la postura recién explicada queda en entredicho). Y que esa intención de defensa de la vida humana por encima de cualquier otra cosa es su interpretación de la palabra de Dios y de su concepción de la misma como de un algo otorgado. Pero no entiendo que sea un postulado inquebrantable para mí.
No, yo creo en la vida de las personas concretas, en la de las que la están viviendo. De una forma muy intuitiva, valoro mi vida y la de las personas que quiero por encima de las del resto de humanos, ni más ni menos. Y valoro mucho lo que significa esa vida, no el simple hecho de vivir. Por eso considero que hay personas (por ejemplo) a las que se les debe facilitar morir. Pues, con toda su consciencia, han dejado de desear esa vida, han dejado de vivir. Y por eso estoy también a favor de la eutanasia. Porque el valor de la vida no debe ser un absoluto, sino que debe depender de cada vida en concreto y de la forma en que es vivida.
Este tipo de razonamientos pueden emplearse perfectamente para justificar la pena de muerte. Al menos para justificarla tanto como el estar dispuesto a dar la propia vida por otro. Y soy consciente de ello, no pretendo establecer un sistema moral perfecto ni, sobre todo, bonito. Digamos que preferiría que no se matara a nadie, aunque comprendo algunos casos (la autodefensa, por ejemplo, en un sentido amplio). Y está claro que, en el tema concreto del aborto, lo deseable es que nadie acabara recurriendo a él, pero igualmente comprendo que se lleve a cabo, y defiendo que es un derecho inalienable de la madre.
Porque las vidas de las personas son importantes. Y las de las madres, esas vidas concretas que están viviendo, son para mí muchísimo más importantes que la vida del embrión o el feto que se desarrolla en su interior. Una vida que todavía, en todo su sentido real y práctico, no "existe".
Se me dirá que sí, que esa vida existe, que es cercenada, que no se la deja desarrollar.
Pero hay cosas que no se pueden obviar, como su total dependencia de otra vida, y su falta de impacto real en otras vidas más que en la de la madre. Es decir, reitero para que quede claro, creo que no se puede obviar que no es una "verdadera vida", y no se puede comparar con el impacto que tiene sobre una vida que preexiste y de la que depende.
Decir ahora que ojalá que se reduzca el número de abortos, que espero que no se emplee como un método anticonceptivo y que el mejor camino para evitarlo es trabajar en educación sexual, puede sonar para algunos como una forma complaciente de justificarme.
Pero no lo es, es algo que creo de veras y que no se contradice con lo anteriormente expuesto. Simplemente, creo que para la madre es una experiencia terrible que debería intentar evitar por todos los medios mediante la prevención.
Pero tengo claro que no puedo meterme en esa decisión, una vez llegado el caso, que debe ser la mujer la que decida si el aborto es lo mas conveniente para su vida, y que eso es lo verdaderamente importante.
Lo demás... no existe...
jueves, 19 de marzo de 2009
Aborto y otros.
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11 comentarios:
En pocas palabras: tengo un elevado grado de acuerdo con lo que dices, con la salvedad de que yo cargaría más las tintas al hablar de la Iglesia ( que no sería tan educado como tú, vamos)
Saludos muy cordiales desde la alborotada BCN.
Pues yo cargaría esas tintas mucho más jajaj.
Es un tema peliagudísimo el que tratas. Estoy de acuerdo básicamente. Pero, como dije en lo de Toro, es un problema con difícil solución su despenalización o no, porque si se hace se corre el riesgo de que se use el aborto como anticonceptivo (aberrante) y si se penaliza jorobamos la vida a muchas mujeres. Lo mismo que tu opinas. Díficil.
Por cierto, he escuchado en la radio que la foto utilizada por la iglesia en la famosa campaña no es de una cría de lince ibérico, es un lince asiático. Jajajaj, hasta en eso nos quieren timar...
Jovekovic: A veces mi exceso de corrección me pierde... Es curioso, porque con confianza pierdo totalmente los papeles...
Cyllan: Sí, no se trata de un lince ibérico. Pero no deja de ser demagógico.
Por cierto, las fotos de embriones y fetos que se emplean tanto en el poster de la campaña como las que uso yo mismo son de Lennart Nilsson. Su trabajo es impresionante, y merece que le echeis un vistazo...
Y curiosamente yo lo conocí a través de un libro que andaba en casa cuyo enfoque diría que era bastante antiabortista...
Entiendo tu postura y de hecho la comparto en muchos aspectos. Yo también estoy a favor del suicidio asistido, por ejemplo. Como tú, me considero relativista. Tú razonamiento es lógico: no niegas que la vida del embrión sea humana, como hacen otros. Simplemente dices que vale menos que otras, que es el mismo argumento que justifica la legítima defensa, la guerra justa y la pena de muerte.
Lo único que tu argumentación no señala es que fanatismo hay en un bando y en otro. Las personas que se manifiestan a favor del derecho al aborto también están convencidas de estar en lo cierto; si no, se quedarían en casa, como hago yo (e imagino que tú). Del mismo modo, los movimientos antirracistas y antipena de muerte salieron adelante porque había gente que estaba convencido de ello. Nunca está de más recordarlo.
(Por cierto, la discusión sobre el ADN que mantenemos en otro blog no tiene mucho sentido ahora que conozco tu postura completa al respecto. Si lees mi blog verás que mi postura no se diferencia mucho de la tuya).
Aníbal
Todo lo que dices creo suscribirlo...aunque me encantaría que algun día me contaras tu visión del relativismo moral, porque como posicionamiento vital me parece raro.
Diria tantas cosas sobre el aborto que necesitaría una nueva antrada en tu blog...asi que te invito a quedar un día de estos.
Aaaa...y decir solo que:
No se intenta despenalizar el aborto (como intenta hacernos creer los grupo "pro-vida") sino que lo que en realidad se esta debatiendo es hacer una nueva ley de plazos, en pro de la seguridad juridica, ya que la ley que tenemos ahora es claramente deficiente.
Suelen tambien decir que el aborto se usaria como metodo anticonceptivo, lo que me parece una afirmacion precipitada (como minimo) y hacer de lo excepcional la norma.
Anibal: Fanatismo hay en un sitio y otro, sin duda. Por eso personalmente procuro ser muy moderado con las creencias de los demás, y en cambio soy muy crítico con el manejo que se hace de ellas.
La diferencia que yo veo entre las creencias de unos y otros es que mientras en el caso de los creyentes religiosos su creencia justifica totalmente un comportamiento moral inéquivoco (y si no se sigue, directamente se está pecando. Es algo que mucho católico prefiere no plantearse para tener más libertad de acción, pero que para mí es incongruente). Y en el caso de los que no son creyentes religiosos, en cambio, han de buscar otros fundamentos para sus actos, y pueden plantearse más las cosas; incluso cambiar de creencia sin romper con todo un sistema personal de pensamiento.
Si son fanáticos es porque o no se plantean las cosas lo suficiente o porque son intolerantes con los otros.
Alice: Vaya, me sorprende tu propuesta. Aunque no vaya con segundas, soy facilmente ruborizable y mis amigos lectores del blog son de esos que me lo van a sacar en cuanto me vean...
Hagamos algo, nos vemos en el próximo concierto, cuando quiera que sea ¿ok?
Lo de mi relativismo prefiero no tratarlo más que de refilón, siempre acaba llevándome a largas discusiones.
Tu explicación sobre la nueva ley es correcta y estoy muy de acuerdo. Lo que ocurre es que el tema del aborto tiene de fondo una fuerte carga moral, y las argumentaciones utilitaristas resulta muchas veces más difíciles de entender para quienes están en desacuerdo con uno. Creo que es mejor ofrecer un punto de vista personal que, aunque sea también difícil de considerar, siempre resultará menos frío.
Y, personalmente, sí creo que hay quién emplea en alguna ocasión el aborto como medio anticonceptivo. He leído alguna historia de gente muy joven con más de un aborto a sus espaldas y que sigue sin ser todo lo cuidadoso posible al mantener relaciones. Me parece una terrible desgracia, pero contemplarlo es lógico cuando se quiere legislar sobre el tema.
Saludos.
Jajajjajajaa!!!..te has puesto rojo!!!! (ahora imaginate un estadio señalandote) jejejejeje.
Yo voy a un concierto el 4 de Abril..pero no te doy mas pistas.
No puedo dejar de lado la jurista que hay en mi...años de deformacion academica.
Jajajjajajaa!!!..te has puesto rojo!!!! (ahora imaginate un estadio señalandote) jejejejeje.
Yo voy a un concierto el 4 de Abril..pero no te doy mas pistas.
No puedo dejar de lado la jurista que hay en mi...años de deformacion academica.
Yo conozco gente que no se plantea su sistema de valores entre religiosos y no religiosos, y gente que se lo plantea entre creyentes y no creyentes. No he visto diferencias entre unos grupos y otros.
El aborto ya está despenalizado en algunos supuestos. La ley lo que hará es convertirlo en un derecho con unos plazos determinados. Y que yo sepa eso es lo que denuncian los grupos provida, precisamente: ellos prefieren que esté despenalizado a que sea un derecho.
Aníbal
Alice: No hacen falta más pistas, pero no sé si iré. CJS me gusta, pero me satura un poco. Me refería más a LCA, aunque eso ya lo sabes.
Si acabo yendo, contactaré contigo antes.
Anibal: Sí, tienes razón. Pero cuando uno pertenece a una determinada religión y se considera parte de una iglesia, debe respetar los principios de esa iglesia. Si no lo hace, es por incoherencia, o porque en realidad no pertenece a esa iglesia.
Creo que determinadas religiones se viven. Y que los valores de esa religión se convierten, necesariamente, en los propios.
Y hay fanáticos en todos lados, por eso no se ven diferencias. Pero en mi opinión sí hay diferencias, las derivadas de que tu escala de valores venga dada o te la des tu mismo. Después es tu propia coherencia la que hace el resto.
Saludos.
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