Hubo un tiempo, cuando era un adolescente, que formé parte de un club de atletismo junto con algunos compañeros de colegio. Alguno de ellos es, de hecho, de mis mejores amigos hoy en día.
Ya desde antes de aquello me gustaba mucho el atletismo, correr, saltar... Pero desde entonces la afinidad es algo diferente, entendiendo lo difícil que son algunas cosas, los esfuerzos que implican, y admirando especialmente a quienes dedican su vida a un deporte que, pese al profesionalismo de muchos atletas, tiene todavía mucho de amateur y falta de recursos. Sobre todo aquí, en España.
Este verano he podido disfrutar en casa de uno de los mejores campeonatos del mundo de atletismo que ha habido jamás. El gran protagonista, y al que se recordará para siempre al pensar en Berlín 2009, es Usain Bolt, pese a que seguramente él mismo se encargará de que sus marcas no queden para la historia. Pero se corre el riesgo de que, ante la grandilocuencia de la prensa y su desenfadada actitud, se pierda de vista la magnitud de lo que ha hecho.
Y es que lo que ha hecho es inmenso...
En un mundo donde los pasos evolutivos se miden en niveles de una centésima, Bolt crece en décimas, haciendo que parezca fácil superar los límites que gente tan grande del atletismo como Carl Lewis jamás hubieran siquiera soñado alcanzar. Porque, en un mundo realista, sus marcas son de sueño. Y porque, además, muchos creemos que puede llegar más lejos, viendo su juventud y los defectos que aun le quedan por pulir...
Dicen que con Bolt nos estamos acercando a los límites del ser humano, aunque es posible que dentro de unos años un tipo gigante de 2,20, con una coordinación extraordinaria y que haya preferido el atletismo a otros deportes que den más dinero, sea capaz de moverse más rápido que él, y romper cualquier previsión.
Pero, sea como sea, nunca olvidaré el sentimiento de vivir un momento único cada vez que he visto a este monstruo batir un récord mundial. Aunque haya sido tan a distancia, y aunque la televisión sea tan fría. Momentos de esos que, por muy silencioso que se sea, se quieren compartir y se disfrutan comentando.
Usain Bolt ha batido todas las marcas que el hombre había marcado en el último siglo de deporte, reales y ficticias. Y su importancia va más allá de los récords y los títulos, pues entra de lleno en el mundo de la imaginación y la fantasía, el mundo que el ser humano más gusta de explorar.
Solo espero que el relámpago duré mucho más que un centelleo resplandeciente, y que su luz continúe cegándonos la razón por muchos años más.
Que soñando así se duerme mucho mejor...
martes, 25 de agosto de 2009
Relámpagos...
Publicado por oligoqueto en 15:21:00
Etiquetas: deportes, espectáculos, perso
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Parece que hay Usain Bolt para rato, una vez escuché que ademas de sus "¿deficiencias? tecnicas" (da risa usar la palabra)y de ser "demasiado alto" (yo creo que esto es algo que puede cambiar, como se ha visto en otros deportes como el ciclismo en los que la morfologia del deportista ideal ha cambiado con el tiempo)...pues que ademas de estas cosas resulta que Bolt es menos trabajador que sus compañeros, que le gusta salir de fiesta y su entredar dice que es algo vago...
....y a mi es eso lo que me gusta de el, porque le hace diferente. Cosas como que antes de batir el record se dedique a hacer gracias a las camaras en lugar de estar concentrado y visualizando la carrera, realmente hace facil lo dificil...no, lo dificil no...lo imposible.
Y de este mundial me quedo tambien con el momento mas infeliz de todos; Isinbayeba siendo última en pertiga..sin olvidarnos del mas vergonzo; el lio montado a causa de Caster Semenya, que ha sido tratada de una manera indigna.
Pero sí, unos mundiales muy interesantes
Bolt es un crack, una bestia. De vez en cuando vuelvo a ver los récord en youtube y se me sigue poniendo la carne de gallina.
Alice_Gould: Bolt es un verdadero prodigio de la naturaleza, una casualidad cósmica entre un físico privilegiado y un desarrollo adecuado, en un pais donde ser corredor de velocidad es de lo mejor que se puede ser. Y personalmente creo que esa forma de afrontar las carreras hace que esté menos tenso, menos bloqueado muscularmente, más rápido...
Algo diré de Semenya a no tardar demasiado (la semana que viene, seguramente).
En cuanto a Isinbayeva, me gusta y me cae bien, pero arriesgar tanto con las alturas, sobre todo habiendo tenido un precedente de error tan próximo (en Londres, en julio), es casi un error táctico. En un mundial tienes que ir a ganar, superar al resto. No le hacía falta conseguir grandes alturas, solo superar a la mejor de las demás, algo muy a su alcance. Se equivocó de cabo a rabo...
sincriter's critic: Tengo un amigo de mi época de "atleta" con el que siempre caen SMSs de incredulidad cuando este animalito corre.
Sin animo de ser muy bruto (bueno, un poco sí), puede ser como una eyaculación precoz: dura unos segundos pero su recuerdo quizás quede para siempre...
Saludos a ambos.
Publicar un comentario