Cimentada en el juego con todos los tópicos habidos y por haber sobre los españoles y, también, sobre las personas, Woody Allen completa con mucha gracia su primera (y quizás última) película española, apoyándose en unas magníficas actuaciones y en una visión casi de cómic documental sobre la ciudad de Barcelona.
Si algo queda en evidencia a lo largo de la película es que los productores y aquellos con intereses económicos en la misma sabían lo que debía aparecer. Eso y que Woody Allen es tan bueno que incluso cuando le toca hacer caja es capaz de crear un producto diferente que se ve con gusto. Porque en la película sobresale Barcelona por encima de todas las cosas, pero también las situaciones absurdas y las burlas más simpáticas al tópico hispano, diseñando una especie de macedonia de costumbres que saca de quicio con mucho ingenio. Y porque obtiene un jugo de los personajes que parecen no tener, exprimiendo sus vidas con su típica neurosis y dándoles la vuelta cuando parece que te lo ha contado todo.
Esta película es además una muy buena obra de actores. Empezando por Javier Bardem, pasando por Rebeca Hall y Scarlett Johansson y terminando por una maravillosa Penélope Cruz, que incendia y mejora el film con su aparición y que está aquí tan bien aquí como en sus mejores apariciones almodovarianas. Juntos dan credibilidad a la historia de recortes que crea Allen, y juntos consiguen desatar las mayores risas, sobre todo en los momentos de interacción entre Bardem y Pe, improvisando en castellano sus choques pasionales.
Como decía al principio, todo en la película se basa en los tópicos. Tenemos turistas americanas impactadas por la vida de Barcelona, artistas pasionales que buscan el desarrollo de su arte, mujeres racionales que huyen del riesgo y genios desequilibrados con la certeza de la luz por castigo. Además, como si de una broma se tratara, Allen desgrana los tópicos españoles según avanza la película, presentando nuestra supuesta impulsividad, nuestro genio artístico y nuestra pasión por la vida y la muerte de tal forma que, si no supiésemos que es broma, podría resultar hasta ofensiva. Hay incluso agitanados guitarristas callejeros dando la nota en conciertos nocturnos en Oviedo.
Pero el tono de todo ello es demasiado irónico para ser tenido en cuenta. Uno ve esos tópicos y no puede evitar pensar en que Woddy Allen estaba partiéndose de risa mientras grababa según que cosas. Posiblemente, incluso, riéndose ante lo que, aquellos que no conocen de España más que esos tópicos tan sepias, podrían identificar como nuestra verdadera realidad. Un juego banal y superficial, pero extremadamente gracioso para mi gusto.
Y por supuesto en el culmen de ese juego, está la relación entre Juan Antonio y María Elena, una especie de amor fatal entre una diosa y un simple humano que se acerca a ella implorando captar parte de su divinidad, y en la que vence el arte como resultado creador de todo ese sentimiento.
Me lo pasé muy bien viéndola, y me alegro sobre todo de haberlo hecho en versión original (requisito imprescindible para disfrutarla como merece). La película contiene el típico ingenio loco de Woody Allen y un juego de parodia nacional que es muy refrescante. Puede cansar en su fase intermedia, justo antes de aparecer María Elena, pero no deja de ser una película muy entretenida. Y aunque no está al nivel de las mejores películas de Allen, se disfruta con mucho gusto. No dejéis de verla, tal y como está la cartelera, un imprescindible...
lunes, 29 de septiembre de 2008
Vicky, Cristina, Barcelona...
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5 comentarios:
Lo que más me gustó fue Rebeca Hall, y a ratos el cara a cara de Cruz y Bardem. Por lo demás la peli me dejó un poco frío, como si Allen no hubiera sabido dotarla del gancho de sus comedias ni de la tragedia nihilista en la línea de Match point o incluso Cassandra's Dream.
Si tras un proyecto hay un buen director lo demás casi no importa...
Si ha conseguido que Barcelona se comporte como un actor más y no un simple decorado de fondo me parece algo magistral...
besitos grandotes...
Buenas jordim, hacía mucho tiempo ya. No, no es de las mejores de Allen. Pero me resultó muy divertida, yo si le encontré la gracia.
Sigo leyéndote...
Ayshane, lo cierto es que no creo que lo haya conseguido. Se nota mucho que Barcelona paga, y las escenas de la ciudad son sobre todo solo para sacarlas. Pero te aseguro que, mientras la veía, y aunque me pareciese que no venía del todo a cuento, no me importó lo más mínimo.
Saludos, y gracias.
Hola:
La película es muy divertida, como dices, a partir de la aparición de Pe. Yo me lo pasé realmente bien en el cine, pese a los tópicos vertidos sobre los españoles en general y sobre mi ciudad en particular ( de hecho, me parece bien que se parodie una determinada concepción de Barcelona )
Gracias por el apunte, soy una enamorada de Woody y esta me daba miedo de que no estuviera a la altura. Iré a verla incondicionalmente como siempre, pero ahora ya voy más tranquila. ¿De veras Barcelona paga? No sabía eso, no mola nada :(
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